Cultura y soledadSilencios, ausencias y memorias en el ocaso de la vida rural (Resumen)

Abstract

La soledad emerge como un problema de las sociedades posmodernas desde mediados del siglo XX. Como objeto de estudio se construye desde los marcos epistemológicos de la psicología y las ciencias biomédicas a través del reduccionismo de planteamientos universalistas y la medición de escalas estandarizadas. La atención se coloca sobre su prevalencia y las soluciones se plantean desde la medicalización del concepto, como si se tratase de una «epidemia». Esta tesis tiene por objetivo abrir el concepto de soledad explorando el campo de su conceptualización y fenomenología desde la disciplina antropológica. La etnografía se sustenta sobre los materiales empíricos recogidos en un trabajo de campo realizado entre los años 2019 y 2022 en diferentes pueblos de una región de la Comunidad Autónoma de Extremadura, en el oeste de España. Esta aproximación se centra en un grupo de personas mayores que viven solas en núcleos rurales con un importante grado de despoblación. Se aborda la soledad como una construcción social y cultural, alejada de las concepciones tradicionalmente hegemónicas. Para ello se atiende a la importancia del envejecimiento y sus implicaciones en la merma y deterioro de las facultades físicas, un proceso que puede derivar en soledad a través de las construcciones sociales en torno a la corporalidad de estas personas. También se indaga en el mundo íntimo de las significaciones culturales en torno a la soledad construida desde el campo de las expectativas, y las diferentes emociones con las que se relaciona como la nostalgia, la melancolía o la tristeza, pero también el aburrimiento o el miedo. En el escenario de las relaciones comunitarias, se explora la posibilidad de entender la soledad como una experiencia compartida con el resto de la comunidad y reflejada en el espacio de las prácticas a través de transformaciones que anuncian la imposibilidad de la reproducción social y, con ello, el camino hacia la posible desaparición de estos pueblos. La soledad se abre así al mundo social y cultural, escapando del restringido espacio de la individualidad.