Misticismo, ironía e humor na obra de Søren Kierkegaard

Resumen

En este trabajo intentaremos justificar la posibilidad de una interpretación religiosa de la producción kierkegaardiana, que sea a la vez compatible con el dominio de la ironía sobre la producción. Para esto, será necesario mostrar que la ironía y la comunicación indirecta podrían funcionar precisamente como medios para la edificación religiosa, especificando una comprensión acerca del significado de la negatividad infinita de la ironía. Un estudio de las críticas de Kierkegaard al misticismo, o más particularmente, a la idea de que sería posible una relación inmediata entre el individuo y Dios, servirá para aclarar, mediante el contraste, la especificidad de la propia concepción kierkegaardiana acerca de la relación entre el individuo, Dios y el prójimo, también con el propósito de considerar hasta qué punto resultaría posible hablar de una mística específicamente kierkegaardiana. Como paso previo, acotaremos el sentido que en este trabajo se le atribuirá al término ‘místico/a’, y resumidamente, daremos cuenta de los debates originados a partir de la recepción del misticismo del Grunt, por parte de la filosofía alemana del siglo XIX. Mostraremos como el pensamiento de Kierkegaard se configuró, en parte, no solo por contraposición al misticismo, sino también a partir de la apropiación de algunas expresiones tomadas de la literatura mística, como por ejemplo la de ‘morir (at afdøe) al mundo’, introduciendo modificaciones en el significado de dichas expresiones, para adaptarlo a los propósitos de su propio discurso. Apelando a las aportaciones de distintos autores, observaremos como la irreductible presencia de una dimensión estética en la producción kierkegaardiana, se podría interpretar, o bien a partir de un propósito religioso, o bien como un fenómeno que no es incompatible con una interpretación religiosa de la producción. Estudiaremos las relaciones entre la cuestión del silencio de Abraham y la noción de ‘morir al mundo’, y por último intentaremos concretar cómo se podría llevar a cabo lo que nosotros denominaremos como una mística kierkegaardiana, a partir de varios ejemplos tomados de los propios textos de Kierkegaard.