El trabajo colaborativo en redesanálisis de una experiencia en la R.A.C.S.

  1. Román Graván, Pedro
Dirixida por:
  1. Julio Cabero Almenara Director

Universidade de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 13 de novembro de 2002

Tribunal:
  1. Luis Miguel Villar Angulo Presidente/a
  2. Adolfina Pérez Garcias Secretario/a
  3. Beatriz Cebreiro López Vogal
  4. Ana María Duarte Hueros Vogal
  5. Margarita R. Rodríguez Gallego Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 96140 DIALNET lock_openIdus editor

Resumo

Los españoles se incorporan a Internet a un ritmo constante. Ya en los meses de abril y mayo del año 2000, 3.900.000 personas utilizaron la red habitualmente, aunque el universo de personas con acceso a la misma, a ... lcanza 4.600.000 personas (13,4% de la población mayor de 14 años). Los internautas son ahora un millón más que a finales de 1999, según los datos del Estudio General de Medios. La mayoría entra ahora en la red desde el hogar (59,3 %), mientras que otros accesos más comunes son la universidad o los centros de estudio (18,2 %) (Anuario El País, 2000), datos que ya son un auténtico atraso. Incluso cualquier dato por la Asociación para la Investigación en Medios de Comunicación (A.I.M.C. http://ww.aimc.es), nada más ser expuestos se quedan obsoletos. Durante la década de los noventa comienzan a proliferar en Internet multitud de sitios Web con la intención de ofrecer a la comunidad educativa nuevos canales de información. Es una nueva manera de aprovechar las aportaciones que nos ofrecen las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Con este trabajo pretendemos facilitar alguna luz acerca de la importancia de utilizar la red Internet como medio facilitador del trabajo colaborativo entre personas e individuos que abordan la realización de una tarea o frente en común. Numerosos autores, a lo largo de sus trabajos, han descrito la gran cantidad de ventajas que ofrece la red Internet no sólo en el campo de la educación sino en otros campos (Adell, 1993; Aguado de Cea y Moliner, 1995; Martínez, 1995; Duarte, 1998; Cabero, 1999; Salinas, 1999; Pérez i Garcías, 2000b; Fernández y Cebreiro, 2002), nosotros seleccionamos tres ventajas de entre las más relevantes: ampliar conocimientos, nuevas posibilidades de comunicación y acceso instantáneo a la información. Los ordenadores se han integrado en la sociedad de forma satisfactoria y nuestro trabajo pretende demostrar algunas de las oportunidades que ofrece esta innovación profesional. Analizaremos algunas dimensiones teóricas y prácticas que se presentan cuando introducimos esta poderosa máquina en el mencionado contexto educativo y en el sociolaboral. Pero tampoco es la intención de este trabajo repetir lo que otros autores han descrito como lo beneficioso que son los ordenadores, y la importancia que tienen para la comunidad, así como cuáles son las limitaciones con las que nos encontramos. Nosotros resumiremos, claro está, algunas de esas ideas. Los educadores, padres y sociedad en general ven un uso efectivo de las nuevas tecnologías en las escuelas. Aunque bastantes personas afirmen cierto escepticismo hacia los ordenadores, también están interesados en las máquinas y del poder que otorgan a quienes las manejan. Un ordenador puede ser un facilitador de la vida cotidiana, pero debe planificarse el uso que de él vaya a hacerse (Rocha, 1999). No en todos los contextos, el uso de las nuevas tecnologías puede llegar a ser una realidad. La razón de ello hay que buscarla en la baja formación tecnológica de sus usuarios. Suele ser frecuente que diversas investigaciones coincidan en que un alto porcentaje tanto de educadores como de profesionales que tienen que ver con la educación demanden una formación específica en medios, y, cuanto más nuevos o innovadores sean esos medios, más suben las cifras. En una investigación realizada en los centros de infantil y primaria de Orense, alrededor del 50% del profesorado destaca la importancia de la formación en medios, la formación en ordenadores fue considerada como "muy importante". Sólo el 40% de los profesores manifiesta poseer formación en medios, y dicha formación fue adquirida mayoritariamente en actividades no regladas (Cid y otros, 2000). Pero no sólo ocurre esto con los profesores y los profesionales relacionados con la educación, este fenómeno afecta también a los alumnos. En una investigación llevada a cabo recientemente en la Universidad de La Laguna (Castro, De la Cruz y Area, 2000), se les preguntó a los alumnos de la licenciatura de Pedagogía, si habían utilizado alguna vez Internet y la respuesta arrojó los siguientes datos: No (63.03%) y Si (34.55%): los datos hablan por sí solos. De entre los que sí habían navegado, los servicios que fueron utilizados fueron: � World Wide Web (26.67%), � Correo electrónico (20.61%), � Chat (17.58%), � Grupos de noticias (4.85%). Preguntados también por si conocían determinados conceptos relacionados con determinados recursos tecnológicos: � Educación a distancia (84.85 %), � Teleformación (23.64 %), � Educación virtual (32.12 %), � Aprendizaje flexible (18.79 %), � Multimedia (42.42 %). La realidad de los números nos obliga a sacar conclusiones sobre como en las Islas Canarias, los alumnos de segundo de Pedagogía llegan a saber lo que significa el término educación a distancia (bien porque les suena lo que es la institución Radio ECCA u otros proyectos de la misma índole) y manifiestan desconocer términos bastante relacionados como son la teleformación, la educación virtual y el aprendizaje flexible. Pero no sólo la formación en nuevas tecnologías de profesores, alumnos y demás profesionales de la pedagogía y de la educación es insuficiente, sino que la oferta formativa en dichos medios que existe hoy en día también lo es, así como la pobre variedad de modalidades formativas que se ofrece al profesorado. En Cataluña, una de las comunidades pioneras en el uso de este tipo de tecnologías, se está implantando el proyecto Argo, que consiste en dotar a los centros de infantil y primaria de un aula con ocho ordenadores con conexión a Internet. Los datos arrojan que, en los centros donde está implantado este plan, los centros acceden a Internet y al correo electrónico, pero ambos no son usados con los alumnos. La clave de la cuestión se encuentra en la formación del profesorado, éste no se encuentra preparado para integrar su uso con los alumnos (Masdeu y Gisbert, 2000). Usando los ordenadores como una herramienta más, se puede llegar a amplificar las capacidades humanas y mejorar el desarrollo intelectual de quienes las usan. En un principio, el hardware es un problema del que no se deben preocupar. Es en el software y en las destrezas que deben adquirir para su máximo aprovechamiento donde se deben fijar, seleccionando los programas que sean más específicos para abordar cada necesidad creada. Pero, decidirse por un tipo de programa u otro no es todo lo que hay que hacer. Cuando el software es introducido en una comunidad, el responsable o coordinador se tiene que enfrentar con aspectos organizativos y con decisiones sobre evaluaciones del trabajo realizado por quienes utilizan estas nuevas tecnologías. Y máxime cuando cada día nacen versiones de programas completamente distintos, como suele ocurrir, por ejemplo, con los navegadores de páginas Web. Una de las áreas donde las redes telemáticas tienen una mayor lógica de aplicación es en la educación a distancia, favoreciendo entornos de enseñanza más flexibles, además de ofrecer el vehículo idóneo para realizar acciones de trabajo colaborativo (De Benito, 2000). El potencial de la WWW rompe con el modelo de enseñanza basada en el profesor para pasar a un modelo basado en el alumno y la interacción profesor/alumno. La filosofía de una educación vía Web está caracterizada porque: a) Trata de orientar a los alumnos hacia unos objetivos de aprendizaje dando alternativas, pistas y modelos en lugar de la transmisión pura de conocimientos. b) Produce conocimiento a partir de la asimilación de fragmentos de información colgada en la red. c) Evalúa tareas que impliquen conocimiento frente a la evaluación de adquisición de contenidos. d) Valora el aprendizaje elaborado en equipo frente al individual. e) Interactúa con diversas perspectivas sobre un mismo tema es lo que favorece el aprendizaje vía Web. La implantación de entornos de enseñanza-aprendizaje basados en las redes telemáticas requiere el desarrollo y el soporte de herramientas informáticas adecuadas para llevarlo a cabo.