El Diccionario Nacional de R. J. Domínguez en el entramado lexicográfico del siglo XIXestudio a propósito del léxico de la química

  1. Iglesia Martín, Sandra
Dirixida por:
  1. Cecilio Garriga Escribano Director

Universidade de defensa: Universitat Autònoma de Barcelona

Fecha de defensa: 25 de setembro de 2008

Tribunal:
  1. José Manuel Blecua Perdices Presidente/a
  2. Mar Campos Souto Secretaria
  3. Juan Gutiérrez Cuadrado Vogal
  4. Gloria Clavería Nadal Vogal
  5. María Paz Battaner Arias Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 228363 DIALNET lock_openTDX editor

Resumo

Esta tesis estudia el Diccionario Nacional, de Ramón Joaquín Domínguez, desde dos puntos de vista: el primero, como obra lexicográfica independiente, en la que se analizan los términos de la química y su tratamiento lexicográfico; y, el segundo, como obra lexicográfica inmersa en una red de influencias que conducen desde la lexicografía francesa anterior a la publicación del diccionario estudiado a la lexicografía española del siglo XX. Para el análisis del Diccionario se confeccionaron distintos corpus que permitieron llegar a las conclusiones que indicaremos más tarde: - el Corpus A, constituido por 2528 acepciones relacionadas con la química en el Diccionario Nacional. Es el corpus principal de análisis del trabajo y se ha constituido a partir de la lectura de la totalidad de artículos que contiene el Diccionario- el Corpus B, constituido por 5653 voces documentadas relacionadas con cualquiera de las marcas técnicas recogidas en el Diccionario Nacional y en el Diccionario de la lengua castellana de la R.A.E. (1843).- el Corpus C, constituido por 1631 acepciones extraídas del Dictionnaire National de Bescherelle. - el Corpus D, constituido por 1883 acepciones extraídas de los distintos diccionarios posteriores al Diccionario Nacional analizados.Todos los corpus se trataron con la base de datos Acces de Microsoft Office, que facilitó enormemente su explotación. La gran cantidad de datos manejados en estas cuatro bases de datos permitió analizar ampliamente el Diccionario Nacional, tanto en sí mismo como en relación a otras obras anteriores, como el D.R.A.E (1843), y posteriores, como el Diccionario Enciclopédico de la lengua española, de los editores Gaspar y Roig (1853), el Suplemento en el Nuevo Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española, añadido con unas veinte y seis mil voces, acepciones [...] de Vicente Salvá, 8ª edición (1879), el Diccionario de la lengua castellana de la Real Academia Española, ediciones de 1852, 1869 y 1884, o el Diccionario enciclopédico Hispano-Americano de Literatura, Ciencias y Artes de los editores Montaner y Simón (1887-1899); e, incluso, obras lexicográficas del siglo XX, como el Diccionario de la Lengua Española, de Alemany y Bolufer (1917), el Diccionario general y técnico hispano-americano, de Rodríguez Navas (1918), o las ediciones del DRAE de 1899 y 1914. El análisis también permitió establecer relaciones entre la lexicografía española de mediados del siglo XIX, estudiando la obra de Bescherelle en relación con la de Domínguez.De esta forma, en cuanto al análisis de los términos de la química en el Diccionario Nacional, se han podido documentar tendencias como la sinonimia, la controversia denominativa o la adaptación de voces francesas al español que tienen mucha incidencia en la fijación de dicha terminología en nuestra lengua. Hasta el momento, la documentación de estos fenómenos se había hecho a partir de textos científicos de la época; con este trabajo se muestra que las obras lexicográficas también pueden ser una fuente fiable de documentación de términos y de las relaciones entre los mismos. Por lo tanto, el Diccionario Nacional se puede considerar un texto fundamental en lo que se refiere al testimonio de la lengua de una época, es decir, se puede considerar una verdadera fuente de documentación. En cuanto a las relaciones entre diccionarios anteriores y posteriores a la obra de Ramón Joaquín Domínguez, se ha podido comprobar que este se ve claramente influenciado por obras lexicográficas españolas (el Diccionario de Terreros y el DRAE de 1843, sobre todo) y por la lexicografía francesa, en concreto, por la obra de Nicolas de Bescherelle, el Dictionnaire National. En realidad, es esta última obra la fuente principal de Domínguez en lo que a los términos de la química se refiere. La reproducción, en ocasiones literal, de este diccionario, marca la fisonomía de la obra y explica algunos de los aspectos más relevantes de la misma. Lo interesante es que, posteriormente, el Diccionario Nacional de Domínguez se convierte en fuente de otros diccionarios españoles, tanto del siglo XIX (el Diccionario Enciclopédico de los editores Gaspar y Roig, por ejemplo), como del XX (como el Diccionario de Rodríguez Navas). A partir de este momento se documenta una red de influencias que llegan desde Bescherelle hasta estas obras del siglo XX con la mediación de Domínguez, por lo tanto, se puede considerar el Diccionario Nacional como un verdadero puente entre la lexicografía española y la francesa.