Relación de la práctica de actividad física y la posición socioeconòmoica con los factores de riesgo cardiovascular y el riesgo de infarto agudo de miocardio

  1. Redondo Noya, Ana Belen
Dirixida por:
  1. Roberto Elosua Director

Universidade de defensa: Universitat Pompeu Fabra

Fecha de defensa: 21 de novembro de 2012

Tribunal:
  1. Lluís Molina Ferragut Presidente/a
  2. Maria Giné-Garriga Secretario/a
  3. Mónica Pérez Ríos Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 333238 DIALNET lock_openTDX editor

Resumo

Objetivo: Determinar la relación de la posición socioeconómica (PSE) y de la práctica de actividad física (AF) con los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) y el riesgo de infarto agudo de miocardio (IAM). Métodos: Se analizaron datos procedentes de tres estudios transversales independientes, realizados en una muestra representativa de la población de 35-74 años de Girona en el periodo 1995-2005 y que incluyen 9546 personas. Además, se diseñó un estudio caso-control de base poblacional. Se utilizaron cuestionarios y métodos estandarizados para recoger información sobre PSE (nivel de estudios y ocupación), práctica de AF, estilos de vida y FRCV. Principales resultados: La prevalencia de hipertensión y diabetes es mayor en las clases más desfavorecidas aunque las diferencias entre clases en conocimiento, tratamiento y control de estos factores y de la hipercolesterolemia han desaparecido. Sin embargo las diferencias en adopción de estilos de vida saludables (consumo de tabaco, sedentarismo, obesidad) han aumentado. En relación a la AF, la prevalencia de sedentarismo ha disminuido de 1995 a 2005 (53,8% a 32,6%) especialmente en mujeres mayores de 50 años. La edad, el género femenino y la clase social menos favorecida se asocian con mayor prevalencia. La AF moderada-intensa mejora los perfiles de los FRCV con un beneficio máximo en 600-700 MET¿minuto/semana y disminuye el riesgo de IAM con un beneficio máximo en 1.500-2.000 MET¿minuto/semana. La AF ligera se asocia con menor riesgo de IAM en personas de más de 64 años. Conclusiones: Las desigualdades sociales en la adopción de estilos de vida saludables están aumentando. La prevalencia de sedentarismo continúa siendo alta especialmente en mujeres y en clases sociales menos favorecidas. Gran parte de la población puede realizar la dosis de AF necesaria para alcanzar beneficios a nivel de la salud cardiovascular.