Ni Dios ni reyfamilias, élites locales y bandos en Cieza (1613-1705)

Resumo

Esta obra se enmarca en el estudio de la Historia Social de la Familia a través del análisis de una élite local del sur de Castilla, concretamente en la localidad murciana de Cieza durante el s. XVII, intentando dar respuesta a su configuración y a su tipología en relación a la definición de su patrimonio material, inmaterial y relacional dentro de un contexto marcado por el fenómeno de luchas de bandos, atendiéndose a la resolución de sus objetivos, su articulación y, en definitiva, a las características de los que se han definido como bandos de linajes clientelares. Finalmente, en la búsqueda de la paz se considera el papel interpretado por la propia comunidad ciezana, los prohombres de la época cercanos al marco cortesano o comarcal, así como la necesidad de conocer cuándo y en qué grado actuaron los miembros del clero, el aparato institucional monárquico y el propio rey. Así pues, este planteamiento se centra en la institución familiar, ya que en ella se desarrollan toda una serie de estrategias matrimoniales, de transmisión patrimonial y honorífica, de sistemas de parentesco y de relaciones de amistad y dependencia tendentes a la consolidación y reproducción social, es decir, la vida en sociedad a través de las familias. Familia, élites y bandos. Estos son los tres pilares de la argumentación de la presente investigación, en la que el estudio de las banderías ciezanas, su conflicto y pacificación, se plantea en los niveles institucional, en los vínculos socio-económicos, en lo privado y ritual o de manifestación simbólica, lo que a su vez genera la unión de parientes contra adversarios, escisiones en los linajes y en el propio bando y, en última instancia, la movilización de recursos y redes de alianzas. En este planteamiento se enmarca el estudio de una élite local en construcción en el antiguo Reino de Murcia, donde la aparición del fenómeno de luchas de bandos atiende a la resolución de sus objetivos, su articulación y, en definitiva, a las características de las banderías durante el siglo barroco en una triple vertiente: la perpetuación de bandos en las áreas marginales del reino castellano, su articulación en determinados linajes que a diferencia de épocas pasadas se redefinen sobre diferentes lazos clientelares caracterizados por la nueva realidad socio-económica y política de la Castilla del s. XVII basada en la limpieza de sangre y en su sanción legal a través de la ejecutoría, el control de los oficios municipales, el control de una amplia red social clientelar y el domino de los medios económicos de la localidad. En su desarrollo temporal (1613-1705) se alcanzará un alto grado de violencia que será resuelto por las propias iniciativas de los habitantes de la villa, además de la intervención de notables personajes foráneos como el obispo de Cartagena o el marqués de los Vélez, único miembro durante el s. XVII perteneciente a la nobleza titulada murciana. Y con todo, a los poderes terrenales, incluida la propia intervención real a través del perdón del rey Carlos II, también se desarrolló una notable actividad clerical de la mano de la orden franciscana, cuyo mejor ejemplo será la edificación del convento de San Joaquín, lo que contribuirá a una paulatina nupcialidad pacifista o de unión matrimonial de las familias enfrentadas, así como el intento de sustituir los enfrentamiento linajudos y banderizos por el servicio administrativo al Rey a partir del s. XVIII, si bien pocos de los hidalgos ciezanos alcanzarán puestos de mérito por su escaso potencial político-económico y, especialmente, a su reducida red de relaciones sociales que posibilitaran el acceso a los favores de la Corte real. En definitiva, se trata del estudio de varias familias de la élite local de Cieza en un período de construcción de su poder en el marco local del s. XVII, desarrollándose los enfrentamientos de bandos como respuesta a la defensa y construcción de un poder local que les facultara un mayor control de la villa y la posibilidad de alcanzar mayores honores por parte de la Corona. This work belongs to the study of Family Social History through the analysis of a local elite from the south of Castile, specifically in Cieza, a town in Murcia, during the XVII century, trying to give an answer to its configuration and its typology in relation to the definition of its material, inmaterial and relational patrimony inside a context marked by the phenomenon of the factions'fights, paying attention to the resolution of its objectives, its articulation and, in short, to the characteristics of those ones who have described themselves as factions of depending lineages. Finally, in the search of peace it is taken into consideration the role played by Cieza community, the outstanding men of the age closed to the court or regional frame, as well as the necessity of knowing when and at which level the members of the clergy, the monarchical institution and the King himself. So, this proposal is centered in the familiar institution, since in it a series of matrimonial strategies are developed, of patrimonial transmission and honorary, of systems of relationship and friendship and dependency tendind towards the consolidation and social reproduction, that is to say, life in society through families. Families, elites and factions. These are the three pillars of the argument of the present investigation, in which the study of the factions in Cieza, its conflict and pacification it is proposed in the institutional levels, in the socio-economic links, in the private and ritual or of a symbolic manifestation, what generates the union of relatives against adversaries, Split in the lineage and in the faction itself, and ultimately the mobilisation of resources and alliances networks. In this proposal the study of a local elite in process in the ancient kingdom of Murcia is defined, where the appareance of the phenomenon of fights among factions attends to the resolution of it objectives, its articulation, in short, to the charcteristics of the factions during the Baroque period in a triple direction: the perpetuation of factions in the marginal áreas of the Castilian kingdom, its articulation in certain lineages which different from last ages are defined for different depending ties characterized by the new socio-economic and political reality of Castile in the XVII century base don the blood cleaning and on its approval, through the final judgement, the control of a wide social depending network and the dominion of the economic means of the locality. During its temporary development (1613-1705) a high degree of violence which will be sorted out by the inhabitans'initiatives apart from the intervention of outstanding foreign personalities like the Bishop of Cartagena or the Marquis of Velez, the only member who belonged to the Murcia aristocrazy during the XVII century. Also, to the earthly powers, including the royal intervention through the King Carlos II's forgiveness, a remarkable clerical activity was developed by the Franciscan order, whose best example will be the construction of Saint Joaquin monastery, which will contribute to a gradual pacifist marriage statistics among the confronted families, as well as the attempt to substitute the confrontation between the highborn and the factions because of the administrative service to the King since the XVII century, few of the noblemen in Cieza will reach posts of meri for the scarce political-economical potential ans, specially, to its reducednetwork of social relationships that will make posible the access to the royal court's favours. To sum up, it is about the study of several families of the local elite in Cieza in a period of construction of its power in the local setting of the XVII century, where the confrontation among factions as a response of defence were being developed and the constrution of a local power which authorised them with a higger control of the village and the possibility of reaching higher honours from the Cown.