Procesos cognitivos de la Lengua de Signos

  1. CARRATALÁ CEPEDAL, PATRICIA
Dirixida por:
  1. Javier García Orza Director

Universidade de defensa: Universidad de Málaga

Fecha de defensa: 22 de xaneiro de 2016

Tribunal:
  1. José Miguel Rodríguez Santos Presidente/a
  2. Juan Jesús Larrubia Martínez Secretario/a
  3. Manuel Perea Lara Vogal
  4. María Sotillo Vogal
  5. Isabel Fraga Carou Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 401821 DIALNET lock_openRIUMA editor

Resumo

En los últimos años la Lengua de Signos (LS), lengua natural de la comunidad sorda, ha experimentado una fuerte expansión no sólo dentro del marco de esta comunidad, sino incluso fuera de éste. En este marco de expansión de la LS en el mundo oyente, la presente tesis doctoral tiene como objetivo evaluar el impacto que tiene el aprendizaje y uso de la LS sobre los procesos cognitivos de usuarios oyentes. Poco se sabe hasta la fecha sobre cómo cambian nuestras habilidades cognitivas y nuestro cerebro cuando se aprende la LS como una segunda lengua. Este trabajo que se articula en dos bloques empíricos trata de aportar algo de información a esta cuestión. El primer bloque trata de proporcionar evidencias acerca de la naturaleza de las representaciones que emplean los oyentes en el almacenamiento a corto plazo de información signada. Trabajos clásicos e investigaciones recientes han mostrado que los sujetos sordos nativos de LS poseen un sistema de tipo viso-gestual, para el recuerdo de los signos, similar en su estructura y funcionamiento al bucle fono-articulatorio que poseen los oyentes para el análisis del habla (Klima y Bellugi, 1979; Wilson y Emmorey, 1997, 1998). Nuestro objetivo es analizar si los sujetos oyentes que aprenden la Lengua de Signos Española (LSE) como segunda lengua desarrollan similares estructuras y emplean el mismo tipo de representaciones mentales que los sordos, o si por el contrario, se apoyan en sus habilidades orales para el recuerdo de los signos. Los resultados de tres estudios con intérpretes de LSE usando el paradigma de recuerdo serial y manipulando los efectos de similitud (oral y signada) y supresión articulatoria (oral y signada) dejan claro que los participantes efectivamente aprovechan las claves visuales para mejorar su rendimiento, pero sobre todo muestran que se apoyan principalmente en la traducción de los signos a un código oral para facilitar el recuerdo. Y esto ocurre a pesar de que el código oral es irrelevante para la tarea, pues los estímulos se presentan como signos (estudios 1 y 2) o fotografías (estudio 3) y siempre se pide un output signado. Los datos también sugieren que la información gestual y oral posteriormente, se integran para formar un episodio único a partir del cual generar el recuerdo que exige la tarea. En el segundo bloque se evalúa el impacto que tiene el aprendizaje de la LS, una lengua de carácter viso-espacial, sobre las habilidades de memoria de dos tipos de población oyente, usuarios de la lengua de signos e intérpretes profesionales. La literatura sugiere que la capacidad de nuestro sistema cognitivo es modificable con la experiencia. Así, el bilingüismo parece tener un impacto directo sobre habilidades ejecutivas (Bialystok, 2007). Por otro lado, las demandas que impone el trabajo como intérprete de lenguas orales parece incrementar las habilidades de memoria operativa de este colectivo (e.g., Christoffels, De Groot y Kroll, 2006). Analizar hasta qué punto estos datos se limitan al caso de las lenguas orales, o son aplicables también a la LS constituye el objetivo de este segundo bloque. Se realizó un experimento en el que se comparan las habilidades de memoria operativa en su conjunto (medidas con el test de Letras y Dígitos) y de memoria a corto plazo verbal (evaluadas con el test de Recuerdo de Dígitos) y visual (medido con la prueba de Localización Espacial o prueba de los cubos de Corsi) de un grupo de intérpretes de LSE, un grupo de oyentes usuarios de LSE como segunda lengua, y un grupo de adultos españoles sin conocimiento de la LSE. Los resultados indican que no existen diferencias en cuanto a la capacidad de la memoria de monolingües y bilingües en ninguna de las pruebas, ni siquiera en la prueba de memoria visoespacial. Por el contrario, los intérpretes muestran un rendimiento superior a bilingües y monolingües en la tarea de memoria operativa. Apoyando datos obtenidos en estudios con intérpretes de lenguas orales (e.g., Bajo et al., 2000; Christofells, et al., 2006; Wang y Napier, 2013; Yudes et al.2011), nuestros resultados, a través de la comparación con monolingües, pero también con bilingües, apuntan a que el trabajo como intérprete, por sus altas demandas de manipulación y almacenamiento de la información, produce un incremento de la memoria operativa. En definitiva, los datos en ambos bloques de estudios experimentales, muestran la plasticidad de nuestro sistema cognitivo, de nuestra memoria operativa. Tras el aprendizaje de la LS nuestros sujetos parecen ser capaces de procesar claves lingüísticas viso-espaciales para permitir el recuerdo de la información signada. Aunque los datos de los bilingües no apoyan la plasticidad, el entrenamiento específico al que se someten los intérpretes produce cambios en la capacidad de su memoria operativa. Nuestro sistema cognitivo es sensible a la experiencia que lo rodea, tiene capacidad adaptativa para procesar nuevos tipos de información y para adquirir mayor efectividad con el entrenamiento.