La renovación del panorama pictórico sevillano de postguerra
- D'Agosto Forteza, Sonia
- Gerardo Pérez Calero Director
Universidade de defensa: Universidad de Sevilla
Fecha de defensa: 10 de abril de 2015
- Jesús Miguel Palomero Páramo Presidente/a
- Joaquín Manuel Álvarez Cruz Secretario/a
- Manuel Santiago García Guatas Vogal
- María Teresa Sauret Guerrero Vogal
- Manuel Núñez Rodríguez Vogal
Tipo: Tese
Resumo
El presente trabajo aborda la trayectoria vital y artística de los pintores que formaron parte del Grupo 49, denominación que hacía gala al año en que sus componentes alcanzaron la titulación por la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. Aquella agrupación de artistas realizó una sola exposición bajo aquella denominación y a pesar de ser una efímera propuesta artística, tuvo una proyección posterior que merece ser estudiada y valorada con más detenimiento, ya que supuso una primera ruptura estética y abrió nuevas singladuras artísticas a través de la Joven Escuela Sevillana. Ellos fueron la segunda generación de pintores surgidos de la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, que inició una etapa de renovación en el panorama pictórico sevillano de los años cincuenta, a través del tratamiento novedoso de su pintura. En el contexto de mediados del siglo XX, su obra significó el nacimiento de un arte más libre donde se ponían en cuestión los presupuestos estéticos de cuño académico marcados desde la Escuela Superior de Bellas Artes. Para ofrecer una mejor comprensión del perfil artístico de los componentes del Grupo y sus aportaciones principales, se analiza el panorama artístico y en especial pictórico, de Sevilla a finales de los años cuarenta y durante la siguiente década, periodo que coincide en su mayor parte, con la Postguerra española, hasta llegar al desarrollismo de los años sesenta con el Plan de Estabilización de 1959. El Grupo 49 y posteriormente la Joven Escuela Sevillana, abarcan prácticamente toda la década de los años cincuenta, amparados por el Club La Rábida y el Ateneo Hispalense, instituciones que jugarán un papel decisivo en la configuración de un nuevo arte que culminará en los años sesenta.