Modelos para la estimación del carbono en la biomasa de los sistemas forestales. Influencia de la selvicultura en los stocks de carbono

  1. Ruiz-Peinado Gertrudix, Ricardo
Dirixida por:
  1. Miren del Río Gaztelurrutia Co-director
  2. Gregorio Montero González Co-director

Universidade de defensa: Universidad de Valladolid

Fecha de defensa: 17 de decembro de 2013

Tribunal:
  1. Felipe Bravo Oviedo Presidente/a
  2. Rafael Calama Sainz Secretario/a
  3. Sonia Roig Gómez Vogal
  4. Agustín Merino García Vogal
  5. Rafael Serrada Hierro Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 350462 DIALNET

Resumo

Es ampliamente conocido y reconocido que los bosques tienen un papel fundamental en la mitigación del cambio climático. Funcionan como almacenes de carbono fijando el carbono que captan de la atmósfera en sus estructuras, conformando biomasa viva. El carbono de esta biomasa, una vez que esta muere, puede pasar de nuevo a la atmósfera o puede seguir almacenado durante años formando parte de productos forestales (madera, corcho, etc.) o en el suelo tras la descomposición de la materia orgánica. La gestión forestal sostenible ha incluido la fijación de carbono dentro de sus múltiples objetivos, y debe tratar de mantenerla y aumentarla de manera significativa para contribuir al objetivo mitigador. Uno de los primeros pasos necesarios es conocer las cantidades de carbono existentes en los sistemas forestales y en qué fracciones se encuentran almacenadas. Para ello se han desarrollado ecuaciones de estimación para diferentes fracciones de biomasa aérea y para la fracción radical en 23 especies arbóreas que viven en nuestro país. Estos modelos cuentan con el diámetro normal y la altura total del árbol como variables independientes, posibilitando su aplicación a los datos de inventario forestal. También se ha estudiado como se realiza el reparto de biomasa, importante cuestión para la toma de decisiones en la planificación, puesto que la adopción de un tipo de claras o un método de aprovechamiento puede modificar los stocks de carbono y los nutrientes del suelo con un posible efecto en la productividad del sistema. El estrato arbustivo también supone una parte a tener en cuenta dentro de los reservorios de carbono, mucho más en aquellos sistemas donde la vegetación arbórea es escasa o ha desaparecido. Cuantificar este reservorio también es necesario para conocer el poder mitigador del bosque. El enfoque de la cuantificación es diferente al arbóreo, puesto que los inventarios forestales aportan información detallada del estrato arbóreo, pero no del estrato arbustivo presentando en el mejor de los casos información general. En este caso se ha planteado su estudio desde dos aproximaciones: la primera de ellas mediante la estimación de biomasa en ejemplares a partir de datos individuales como es el biovolumen, para su utilización cuando se dispone de datos de inventario detallado en ese estrato; y la segunda mediante la estimación en formaciones o comunidades a partir de datos a ese nivel como son la cobertura y la altura media, para su utilización cuando solamente se dispone de datos generales del estrato. Igualmente se ha abordado el estudio del reparto de biomasa en la parte aérea y radical, para identificar es esa distribución en las distintas especies, cuestión trascendente a la hora de la gestión de la vegetación arbustiva. Una vez que se dispone de herramientas para la estimación de la biomasa, tanto de la parte aérea como de la parte radical, y existen técnicas de muestreo para conocer los principales reservorios de carbono (madera muerta y suelo), se planteó responder a la pregunta sobre los posibles impactos que puede conllevar la aplicación de selvicultura, específicamente la aplicación de claras en una masa forestal. Los estudios se han centrado en la posible influencia que ha tenido la selvicultura aplicada en pinares procedentes de repoblación. Se eligieron este tipo de masas debido a que está documentado que las repoblaciones tienen una tasa de fijación de carbono relativamente alta, tanto en la biomasa viva como en el suelo tras el cambio de uso de suelo que se realiza (considerando el paso de tierra agrícola marginal a forestal), con la hipótesis de identificar los posibles impactos en los reservorios de carbono. Se estudiaron pinares de Pinus pinaster y P. sylvestris, sometidos a distintas intensidades de clara y diferentes sistemas de aprovechamiento en cada especie, estando en distintos momentos del turno propuesto para identificar diferentes situaciones. Los resultados encontrados muestran que no existe una influencia significativa de la aplicación de claras en el carbono acumulado en el suelo en el corto-medio plazo (ni en conjunto, ni tras considerar por separado la capa mineral y la capa orgánica), tras la aplicación de tres claras por lo bajo con una rotación de entre 8 y 10 años (según casos de estudio). Las masas no aclaradas presentan una mayor cantidad de carbono acumulada in situ que las masas no aclaradas, fundamentalmente por la cantidad de biomasa aérea existente. Aunque si se considera también la cantidad de carbono extraída en las cortas, la situación difiere según la especie estudiada. En la masa de P. pinaster (al final del turno), las cantidades de carbono acumuladas son significativamente superiores en las masas aclaradas que en las no aclaradas. Sin embargo, en la masa de P. sylvestris (en la mitad del turno propuesto), las cantidades de carbono son estadísticamente mayores en la masa sin aclarar que en la masa donde se han realizado claras fuertes, no encontrándose diferencias significativas con la masa donde se aplicó la clara moderada. En este último caso, se ha detectado una ligera pérdida de producción en la clara fuerte, hecho que ya había contemplado en la bibliografía para esta especie. Por tanto, promulgamos la utilización de las cantidades de carbono existentes en la biomasa aérea y las cantidades de carbono extraídas en claras de aprovechamiento como indicadores de la sostenibilidad de la gestión en términos de carbono acumulado, sin ser necesario un seguimiento continuo del carbono acumulado en el suelo, ya que informan de forma precisa de la situación de la masa y la selvicultura aplicada.