La información sanitaria en el ámbito del paciente inmovilizado y su cuidador

  1. Garrote Diaz, Ester
Dirigida por:
  1. Maria Dolores Vázquez García Director/a
  2. Eduardo Javier Osuna Carrillo-Albornoz Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Murcia

Fecha de defensa: 17 de enero de 2020

Tribunal:
  1. Ramón Arce Fernández Presidente
  2. María Dolores Pérez Cárceles Secretario/a
  3. Cristina Gil Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Introducción. La vejez determina una nueva etapa en la vida de la persona que da paso a nuevos cambios sociales, psicológicos y sobre todo físicos que lleva, en muchas ocasiones, a un proceso de dependencia e inmovilidad que les hace precisar cuidados en su domicilio. En este ámbito la figura del cuidador adquiere una gran importancia. La relación clínica viene caracterizada por un proceso deliberativo de comunicación que tiene como resultado un proceso de toma de decisiones que se materializa en el otorgamiento del consentimiento informado. Por tanto, la información al paciente adquiere matices particulares que deben ser analizados. Objetivos. Estudiar el grado de conocimiento y la percepción del paciente inmovilizado y su cuidador, sobre la información asistencial que proporcionan los profesionales sanitarios, así como otros derechos en el ámbito sanitario. Material y métodos. Se realizó un estudio observacional descriptivo en el Centro de Salud del Área I, situado en la pedanía de Espinardo (Murcia), durante el periodo incluido entre el 1 de Octubre de 2016 hasta el 30 de Marzo de 2017. Se analizaron las opiniones de 224 sujetos (112 pacientes inmovilizados igual o superior a 65 años y 112 cuidadores). Se diseñaron dos cuestionarios independientes y con preguntas cerradas, el primero dirigido al inmovilizado y el segundo al cuidador, que fueron cumplimentados por separado, que recogían información sobre variables sociodemográficas, clínicas, relacionadas con la atención, el proceso de información sanitaria y el derecho a la información. La edad media de los pacientes inmovilizados de nuestra muestra es de 83,27±0,73 años y la de los cuidadores de 53,72±1,32 años. Resultados. Los ancianos de nuestra muestra refieren padecer una pluripatología en la que predominan afecciones del aparato locomotor y sistema endocrino. La mayoría de los ancianos refieren conocer la causa de la inmovilización, pero de manera parcial en el 66,28% de los casos. Encontramos que en el 50% de las situaciones es el cuidador quien se desplaza a la consulta para tratar los problemas del paciente o recoger su tratamiento. Ambos refieren, en un porcentaje superior al 90%, comprender la información correctamente cuando es transmitida con un lenguaje apropiado. En el 73,2% de los casos el cuidador es la persona que transmite toda la información al inmovilizado. En lo que respecta a la información proporcionada por el profesional sanitario tanto el paciente como el cuidador opinan que éste recibe más información. La valoración que ambos llevan a cabo sobre la información recibida por parte de los profesionales sanitarios es adecuada, siendo mejor la obtenida por parte del profesional de enfermería. Conclusiones. Se observa un marco de relación complejo constituido por profesional sanitario, paciente inmovilizado y su cuidador, en el que confluyen diversas fuentes y flujos de comunicación. Es preciso atender las especiales condiciones de vulnerabilidad que se dan en el paciente inmovilizado mediante la personalización clínica y ser conscientes que el principal receptor de la información sanitaria debe ser el paciente.