El ronquido como problema de salud

  1. Zamarrón Sanz, Carlos
  2. Rey García, Jesús
  3. Pichel, F.
  4. Gude Sampedro, Francisco
Revista:
Cadernos de atención primaria

ISSN: 1134-3583

Ano de publicación: 2005

Volume: 12

Número: 3

Páxinas: 149-156

Tipo: Artigo

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Resumo

El ronquido es un ruido respiratorio, predominantemente inspiratorio, de intensidad variable, causado por la vibración de los tejidos blandos faríngeos. El ronquido es considerado, en muchas ocasiones, un fenómeno anecdótico con connotaciones exclusivamente sociales. Sin embargo, la conciencia del mismo como un problema médico ha aumentado a lo largo de los últimos años, como consecuencia de su asociación con otras enfermedades y el creciente interés por el estudio de la patología respiratoria durante el sueño, por lo que su prevención y tratamiento ha adquirido un nuevo interés. Paralelamente se ha producido un aumento de la sensibilidad entre la población hacia el ronquido. Actualmente se admite que este síntoma puede tener importantes implicaciones, no solo para la propia salud del roncador sino también para la persona con la que convive, cuyo ámbito familiar puede verse alterado. El ronquido se origina por la vibración de las estructuras orofaríngeas y resulta de una interacción de multitud de factores anatómicos y funcionales. Durante el sueño se produce una disminución de la tonicidad muscular orofaríngea que junto a la presión negativa endotorácica, generada por la actividad diafragmática durante la inspiración, puede facilitar la aparición de resistencia al flujo aéreo. Esta obstrucción está determinada por la geometría de vía aérea superior, su distensibilidad, las propiedades del flujo aéreo y por la activación neuronal de los diferentes músculos implicados. La presencia de alteraciones anatómicas, como la desviación del septo nasal o la hipertrofia amigdalina, la ingesta de depresores del sistema nervioso central, el alcohol o la posición adoptada durante el sueño, pueden ejercer una influencia favorable en la tendencia a roncar por su repercusión sobre el calibre de la vía aérea superior. La evaluación de un sujeto roncador debe comenzar con una historia clínica detallada que incluya la sintomatología nocturna, el inicio, mantenimiento y duración del sueño, los períodos de insomnio y las características del ronquido así como factores que contribuyen a la aparición del mismo. Si el ronquido se acompaña de paradas respiratorias o somnolencia diurna debe realizarse un estudio polisomnográfico para descartar la presencia de síndrome de apnea del sueño subyacente. En la exploración física, el paciente con ronquido puede mostrar un aspecto típico, obeso, pletórico, con cuello ancho y corto. Otros hallazgos a la inspección de la vía aérea superior son la desviación del septum nasal, la hipertrofia amigdalina o la retrognatia. Para completar el estudio, pueden requerirse pruebas complementarias en orden a evaluar la zona de la obstrucción, como la cefalometría, la tomografía axial computarizada, la resonancia magnética o la visualización endoscópica del tracto respiratorio superior. Dentro de la estrategia del tratamiento del ronquido, las medidas generales para eliminar a los factores predisponentes ocupan un lugar relevante. Así, una buena higiene de sueño con especial atención a la supresión del alcohol, las medidas higiénico-dietéticas para reducir el peso corporal en sujetos obesos, el tratamiento de la obstrucción nasal o el tratamiento postural, evitando el decúbito supino, pueden ser suficientes para controlar el síntoma. Otras opciones terapéuticas disponibles en la actualidad son las prótesis de avance mandibular o la cirugía.