El antes y el después del tratamiento de las mordidas cruzadas¿por qué eliminar las compensaciones dentoalveolares antes de expansionar?

  1. LORENTE MARTÍN, CARMEN
Dirixida por:
  1. Manuel Federico Lahoz Gimeno Director

Universidade de defensa: Universidad de Zaragoza

Fecha de defensa: 21 de febreiro de 2014

Tribunal:
  1. Arturo Vera Gil Presidente/a
  2. Javier Deus Fombellida Secretario/a
  3. Juan Suárez Quintanilla Vogal
  4. Félix de Carlos Villafranca Vogal
  5. Juan Manuel Cobo Plana Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 356915 DIALNET

Resumo

Las mordidas cruzadas posteriores (M.C.P.) a lo largo de la historia se han dividido en: unilaterales, bilaterales y completas, pero esta clasificación es muy limitada. Durante un año y cuatro meses aproximadamente se tomaron registros en la clínica Lorente Ortodoncia de Zaragoza a 226 pacientes que presentaban un problema transversal, de los cuales se trataron 200. Los registros tomados a los pacientes se basan en una telerradiografía lateral de cráneo, una ortopantomografía, fotografías extra e intraorales y modelos montados en relación céntrica (R.C.). Los resultados revelaron que el diagnóstico de este tipo de maloclusiones debe hacerse desde relación céntrica y que se deben eliminar las compensaciones dentoalveolares tanto maxilares como mandibulares, para conseguir mejores resultados en los tratamientos. De los resultados del trabajo y la oportuna discusión se desprenden las siguientes conclusiones: 1.- El estudio estadístico realizado para esta tesis a partir de los resultados obtenidos de las medidas pre y post-tratamiento de los modelos de 109 pacientes tratados de un problema transversal complementa la clasificación de Lorente (2002). 2.- La relación céntrica ayuda a evitar un error diagnóstico y de tratamiento, ya que en muchos casos lo que en un paciente en máxima intercúspidación es una mordida cruzada unilateral, cuando se lleva a relación céntrica se convierte en una mordida cruzada bilateral, siendo su tratamiento completamente diferente. Si tenemos en cuenta la primera situación se estaría tratando al paciente con un QH de expansión unilateral, cuando realmente su tratamiento consistiría en una expansión bilateral. Si el diagnóstico no es correcto, se estaría creando un maxilar asimétrico. 3.- Tras las compensaciones dentoalveolares, tanto maxilares como mandibulares, se esconden alteraciones esqueléticas que han de tenerse en cuenta a la hora de diagnosticar los problemas transversales. A veces la displasia ósea se encuentra en el maxilar, pero sin embargo la compensación dentoalveolar se produce en la mandíbula, ocultando la presencia de dicha displasia. También puede ocurrir que en algunos pacientes no se observe la presencia de una M.C.P. como tal, pero eso no significa que no esté presente, lo que ocurre es que se encuentra oculta tras estas compensaciones dentarias. Si no se eliminan estas compensaciones, se estará dejando sin tratar el problema transversal que presenta el paciente, según este estudio esto ocurre en un 36.5% de los casos. 4.- Los pacientes que fueron tratados con un QH de compresión seguido de DY, presentaron mejores valores de la anchura intercanina e interpremolar (5.32 y 6.04 mm. respectivamente), y presentaron una curva de Wilson menos acentuada con un valor medio de -3.22º.