Actualitat del llegat del Dr. Sigmund Freud

Resumen

Las tres heridas narcisistas señaladas en su momento por Copérnico, Darwin y Freud (las cuales, por cierto, aparecen señaladas al inicio de la maravillosa película Freud, pasión secreta, dirigida por John Huston) constituyen por su impacto motivos más que suficientes para subrayar, además de su actualidad, la buena salud de la que goza el saber psicoanalítico y su valor indeclinable para comprender de modo cabal todo lo que concierne al rótulo de modernidad. A lo largo de la historia tenemos sobradas muestras de las inagotables y muy valiosas fuentes de las cuales ha bebido con gran acierto el Psicoanálisis: la lista es todo lo extensa que se quiera con sólo apelar a los referentes filosóficos, literarios, psicológicos y sociales. Todo ello nos descubre las insoslayables aportaciones del corpus psicoanalítico a otros campos del saber tales como la antropología, la lingüística, la pedagogía, el arte, la sociología, la religión, etc. En definitiva, el Psicoanálisis viene a poner de manifiesto nuestra forma de ser y de estar en el mundo (de ahí las resistencias que suscita) por cuanto el modus operandi de Sigmund Freud consiste en recorrer a contracorriente el curso de la civilización para saber qué deseos ocultos están en su origen y desvelar los espejismos de la misma ya que detrás de la apariencia de progreso Freud insiste en remitirse a lo arcaico. Por ello, al poner en cuestión el reconfortante mito del progreso hace de la Ilustración objeto de su crítica dando cuenta así de las sombras generadas por las Luces. Por último, frente a ciertos discursos positivistas al uso cuya pretensión no es otra que desacreditar y despreciar los textos freudianos con acusaciones carentes de todo fundamento tales como pansexualismo, irracionalismo, etc. basta con recordar una sola cita de Sigmund Freud: “la razón humana es una lucecita muy pequeña, pero maldito el que la apague”.