Presencia y ausencia. El papel de la fotografía privada en la emigración gallega a américa en el s.XX

Resumo

Una emigración tan prolongada y masiva como la que sufrió Galicia hacia América en el s.XX, provoca inexorablemente una profunda alteración en toda la vida del país, con repercusiones a nivel general (demográfico, económico, social, político y cultural), pero también a nivel particular, afectando de un modo decisivo a las familias y a los individuos concretos, tanto a los que emigran y deben realizar un esfuerzo titánico para integrarse en las sociedades urbanas americanas como a los que se quedan en Galicia esperándolos, temiendo no volver a verlos. Ante el dolor que provoca la separación traumática de la familia, el intercambio de cartas y fotografías a través del Atlántico se erige como un medio de comunicación privilegiado en una época en que los limitados medios de transporte hacían que la distancia entre las dos orillas pareciera insalvable. La importancia que en estas circunstancias suponía enviar/recibir una fotografía a ultramar, explica muchas de sus características formales, técnicas y estéticas, pero también (y quizás lo más importante) sus temas: todo lo que se envía está delimitado por los objetivos y las necesidades de la propia familia que, amenazada por la dispersión de algunos de sus miembros, va a determinar los usos y funciones que se le otorgan a las fotografías y a su intercambio interoceánico, siempre en aras de seguir ¿construyendo¿ la familia, como una e indivisible, a despecho de la Geografía. En esta comunicación jugaron un papel determinante las dedicatorias que acompañaban a las fotografías, pues imagen y palabra se alían simbióticamente: la palabra explica la imagen y la imagen ratifica el texto. Sin embargo el papel de la fotografía privada en la emigración gallega a América no se limita a esas fotos literalmente intercambiadas de una a otra orilla, sino que incluye otras muchas posibilidades que nos ayudan a entender qué supuso el proceso migratorio desde el punto de vista de sus protagonistas: Las fotos que el emigrante se hacía antes de partir para dejar su rastro en la tierra que le vio partir, las que se lleva a modo de talismán protector ante un destino incierto o las que hace él mismo en América para intentar aprehender el nuevo territorio, las que le ayudan en los trámites administrativos, las que los retornados (o sus descendientes) traen consigo como símbolo de pertenencia a una tierra y a un linaje, las que ¿certifican¿ los intercambios de regalos y encargos entre un continente y otro, así como los primeros reencuentros,... Por otra parte, muchas otras fotos del álbum familiar (entendido como el conjunto de fotos de una familia independientemente de su ubicación física) quedan marcadas por la emigración, aunque no hayan viajado a América necesariamente, como pueden ser las ceremonias familiares celebradas en dos mitades, las bodas por poderes o la presencia en las fotos de mujeres y niños solos. Incluso a veces la ausencia de una foto en un álbum es más que reveladora, por ejemplo en el caso de las ¿viudas de vivos¿. Además, en muchos de los casos estudiados, el acceso a la cámara doméstica o al propio álbum (en formato libro) fue resultado de su contacto con América.