La educación interculturalsupuestos antropológicos y su incidencia en la formación del profesorado

  1. Altarejos Martínez, Milagros Felisa
Supervised by:
  1. Aurora Bernal Martínez de Soria Director

Defence university: Universidad de Navarra

Fecha de defensa: 02 December 2010

Committee:
  1. Miguel Anxo Santos Rego Chair
  2. Alfredo Rodríguez Sedano Secretary
  3. Josép Antoni Jordán Committee member
  4. Marta Ruiz Corbella Committee member
  5. Gonzalo Jover Olmeda Committee member

Type: Thesis

Teseo: 111535 DIALNET

Abstract

La formación del profesorado para trabajar en contextos multiculturales se perfila actualmente como una de las necesidades más destacadas dentro del ámbito de la educación y, más concretamente, aquella formación que incide de lleno en la dimensión afectivo-actitudinal-moral que envuelve toda relación interpersonal. Desde este punto de vista, la consideración de unos principios antropológicos en la formación del profesorado en educación intercultural es ineludible, ya que no es indiferente la idea de hombre que se tenga a la hora de inclinar la acción docente en un sentido u otro. La objetivación del ser personal y la pérdida del sentido de la unidad original del hombre lleva actualmente al olvido de toda referencia al ser personal; esto es lo que hay que recuperar para la formación del profesorado; porque de la consideración de ciertas cualidades peculiares como son la naturaleza (libre), la identidad personal o la coexistencia, se derivan una serie de acciones concretas como la apertura a los demás y el acto de reconocimiento del otro, realizados a través de la donación y de la aceptación. Estas nociones son indispensables para un educador que aspira a educar a sus alumnos en contextos de interculturalidad, porque ésta no es una actitud, ni una situación de adaptación a las circunstancias, sino que es la manifestación de una necesidad antropológica radical: ser con otros. En definitiva se trata de plantear en la formación del profesorado que la educación intercultural no se resuelve sólo con métodos, técnicas especializadas ni programas educativos, sino a través del establecimiento de relaciones entre personas; dar a entender, en última instancia, que es imposible educar si no es en constante referencia al otro y con él, esto es, desde el coexistir.