Relación entre la evolución del vitíligo, el estrés del paciente y el malestar subjetivo

  1. Perpiñá González, Jorge
Dirixida por:
  1. María José Báguena Puigcerver Director
  2. I. Cristina Pelufo Enguix Co-director
  3. Maria Ángeles Beleña Mateo Co-director

Universidade de defensa: Universitat de València

Fecha de defensa: 09 de xuño de 2017

Tribunal:
  1. Estrella Romero Triñanes Presidenta
  2. Amelia Díaz Martínez Secretario/a
  3. Carlos Guillén Barona Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 478853 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumo

Esta Tesis Doctoral tiene una finalidad esencial: la de servir de ayuda y soporte para Profesionales de la Salud y su futura intervención (sea de tipo Médica y/o Psicológica), con pacientes afectos de vitíligo. Nuestro objetivo general es de carácter evaluativo-descriptivo, cuya función es únicamente la de analizar el tipo de relaciones que se establecen entre los constructos psicológicos de interés utilizados en la investigación, comparándolos con pacientes no afectos (grupo control), buscando así diferencias significativas entre ambos grupos. Nos planteamos también una serie de nueve objetivos, con sus respectivas hipótesis, de carácter más concreto, buscando profundizar en los constructos utilizados en la presente investigación: acontecimientos vitales estresantes, estrés percibido, estrategias de afrontamiento y malestar subjetivo. La primera referencia escrita que se tiene del vitíligo data del año 2.200 a.C. en el periodo de Aushoorya, de acuerdo con la antigua literatura de Irán “Tark-Tibble” (Picardo y Taïeb, 2010). Por eso no deja de sorprendernos que, a pesar de ser una patología dermatológica conocida desde hace años, hoy en día siga existiendo un desconocimiento cultural al respecto. Afortunadamente, esto está cambiando, pues vemos en campañas publicitarias y en artículos de prensa a personas que padecen vitíligo, siendo éstas un medio para que se conozcan sus síntomas, y donde lo más característico es la pérdida de pigmentación en la piel. Así, una definición más reciente y que abarca aquellos aspectos que consideramos esenciales, podemos encontrarla en Merli, Serra, Montenegro y Pascual (2014): “el vitíligo es una dermatosis crónica que involucra la despigmentación progresiva de la piel y afecta a la calidad de vida de las personas” (p.139). Desde el campo de la Psicología, son prácticamente escasos los estudios que buscan una relación entre el malestar psicológico del paciente con su afectación de vitíligo. En la década de 1970, Porter et al., (1978) realizaron una encuesta a pacientes de vitíligo en el Departamento Ambulatorio Hospitalario mostrando que: dos tercios se sintieron avergonzados por la enfermedad, más de la mitad de ellos se sentían incómodos, la mayoría de los pacientes se sentían ansiosos y preocupados por la enfermedad en sí. La apariencia de la piel puede condicionar la autoimagen de un individuo y cualquier alteración patológica puede tener consecuencias psicológicas. Los pacientes a menudo desarrollan sentimientos negativos sobre la piel que se refuerzan por sus experiencias durante un número de años. La mayoría de los pacientes con vitíligo muestran vergüenza que puede conducir al aislamiento social y a la baja autoestima (Picardo y Taïeb, 2010). Se trata de una investigación con un diseño longitudinal, pues hemos medido durante dos años el estrés percibido (mediante la Escala de Estrés Percibido (CEP) de Cohen y cols., 1983), y el malestar subjetivo (mediante el Cuestionario de 90 síntomas (SCL-90) de Derogatis, 1975), de un grupo de pacientes diagnosticados de vitíligo para conocer su evolución. Sin embargo, en la primera medición, en la que se añadió un grupo control, además del estrés percibido y el malestar subjetivo, también se tuvieron en cuenta los acontecimientos vitales estresantes (mediante el la Escala de Sucesos Vitales Estresantes (SVEAD) de Pelechano, 1998), y las estrategias de afrontamiento (mediante el Cuestionario de Estrategias de Afrontamiento (CSI) de Amirkhan, adaptación española de J.F. Soriano, 1995). Los resultados que hemos obtenido tanto del grupo de vitíligo como del grupo control, y de la comparación entre ambos, nos permiten conocer el modo en que el paciente se relaciona con su enfermedad, especialmente desde el paradigma de la Psicología. Atendiendo a las variables que los instrumentos anteriormente mencionados evalúan, hemos de sumar la información que las variables de tipo médico, dermatológico, nutricional, de la historia clínica y psicológica nos aportan. En función de los diferentes análisis estadísticos realizados, hemos podido obtener información relativa al vitíligo y: el género, a la función que puede jugar la percepción o no de un estresor en la aparición de lesiones de vitíligo, el llevar o no tratamiento dermatológico, a la superficie corporal afecta en función de la identificación de un estresor inicial, a la superficie corporal afecta y el tratamiento dermatológico, y el patrón evolutivo de las lesiones acompañadas de los niveles y los síntomas de estrés. También hemos podido obtener resultados enfocados a establecer si el nivel de estrés previo de los pacientes, así como sus estrategias de afrontamiento, influyen en su superficie corporal afecta y en sus reacciones de estrés, analizando el papel mediador de las estrategias de afrontamiento a corto (6 meses) y a largo plazo (1 año). Las conclusiones que obtenemos nos sorprenden por dos motivos: por un lado porque siguen la línea de otras investigaciones y que esperábamos observar, y por otra, porque obtenemos lo opuesto completamente a lo esperado. Esto nos alienta a seguir indagando y descubriendo en la psique humana en referencia al campo de la psicodermatología, en este caso del vitíligo. Encontramos por ejemplo que, al observar la muestra de pacientes afectos de vitíligo durante los dos años, el estrés percibido disminuye de un modo estadísticamente significativo desde la evaluación inicial hasta la realizada al segundo año, mientras que la superficie corporal afecta, aumenta. Que algunos resultados sean contradictorios a lo esperado, nos anima a desarrollar conclusiones que tienen que ver con el poder del ser humano para superar sucesos vitales estresantes y una patología dermatológica sin pronóstico estable. De este modo, al final de nuestro Proyecto proponemos un enfoque terapéutico que recoge los resultados obtenidos en investigaciones anteriores y en la nuestra, ampliando el marco a la Terapia Gestalt. “El todo es más que la suma de sus partes” que decían Max Wertheimer (1880-1943), Kurt Koffka (1886-1941) y Wolfgang Köhler (1887-1967), los tres fundadores de la Psicología de la Gestalt. Y es que ésta nuestra aportación, no es más que una parte que pretende ser la suma para un todo en lo que respecta a la ampliación del conocimiento científico y a su aplicación a la vida diaria de los pacientes. Es el campo de la Psicología Clínica y de la Salud donde este trabajo tiene puesto el foco. El lugar en el que los Profesionales de la Salud se relacionan con pacientes que sufren física, y sobre todo, psicológicamente por la condición de su piel.