Masculino singular, femenino pluraldiferencias de género en la conducta de conflicto

  1. Montes Piñeiro, Carlos 1
  2. Cobo Carrasco, Mercedes 2
  3. Rodríguez Fernández, Dámaso 1
  4. Mirón Redondo, Lourdes 1
  5. Serrano Martínez, Gonzalo 1
  1. 1 Universidad de Santiago de Compostela Departamento de Psicología Social, Básica y Metodología
  2. 2 Universidad de Santiago de Compostela Escuela Universitaria de Relaciones Laborales
Libro:
(Re)construíndo o coñecemento: A Coruña, 14 de xuño de 2019
  1. López Díaz, Ana Jesús (ed. lit.)
  2. Gómez Suárez, Águeda (ed. lit.)
  3. Aguayo Lorenzo, Eva (ed. lit.)

Editorial: Universidade de Vigo ; Universidade da Coruña ; Universidad de Santiago de Compostela

ISBN: 978-84-9749-758-9

Año de publicación: 2019

Páginas: 139-148

Congreso: Xornada Universitaria Galega en Xénero (6. 2019. A Coruña)

Tipo: Aportación congreso

Resumen

La forma en la que las personas se comportan cuando experimentan un conflicto y las habilidades para manejarlos de forma eficaz son cuestiones críticas para el éxito personal y profesional, especialmente en escenarios sociales. Convencionalmente, se asume que las mujeres y los hombres muestran comportamientos durante el conflicto que son consistentes con los estereotipos sociales de género. Siguiendo esta premisa, el presente estudio aborda los efectos del género en las estrategias de gestión de conflictos en una muestra de estudiantes. De acuerdo con las predicciones derivadas de la congruencia de rol de género, los resultados muestran las mujeres, en comparación con los hombres, son significativamente más propensas desplegar conductas cooperativas orientadas a satisfacer los intereses de los demás. Sin embargo, mujeres y hombres no difieren en el grado en que pretenden satisfacer sus propios intereses. Estos hallazgos apuntan que las mujeres son más integrativas, confirmando una ventaja femenina en la gestión de conflictos.hombres muestran comportamientos durante el conflicto que son consistentes con los estereotipos sociales de género. Siguiendo esta premisa, el presente estudio aborda los efectos del género en las estrategias de gestión de conflictos en una muestra de estudiantes. De acuerdo con las predicciones derivadas de la congruencia de rol de género, los resultados muestran las mujeres, en comparación con los hombres, son significativamente más propensas desplegar conductas cooperativas orientadas a satisfacer los intereses de los demás. Sin embargo, mujeres y hombres no difieren en el grado en que pretenden satisfacer sus propios intereses. Estos hallazgos apuntan que las mujeres son más integrativas, confirmando una ventaja femenina en la gestión de conflictos.hombres muestran comportamientos durante el conflicto que son consistentes con los estereotipos sociales de género. Siguiendo esta premisa, el presente estudio aborda los efectos del género en las estrategias de gestión de conflictos en una muestra de estudiantes. De acuerdo con las predicciones derivadas de la congruencia de rol de género, los resultados muestran las mujeres, en comparación con los hombres, son significativamente más propensas desplegar conductas cooperativas orientadas a satisfacer los intereses de los demás. Sin embargo, mujeres y hombres no difieren en el grado en que pretenden satisfacer sus propios intereses. Estos hallazgos apuntan que las mujeres son más integrativas, confirmando una ventaja femenina en la gestión de conflictos.hombres muestran comportamientos durante el conflicto que son consistentes con los estereotipos sociales de género. Siguiendo esta premisa, el presente estudio aborda los efectos del género en las estrategias de gestión de conflictos en una muestra de estudiantes. De acuerdo con las predicciones derivadas de la congruencia de rol de género, los resultados muestran las mujeres, en comparación con los hombres, son significativamente más propensas desplegar conductas cooperativas orientadas a satisfacer los intereses de los demás. Sin embargo, mujeres y hombres no difieren en el grado en que pretenden satisfacer sus propios intereses. Estos hallazgos apuntan que las mujeres son más integrativas, confirmando una ventaja femenina en la gestión de conflictos.