Evidencia del rol diferencial de los rasgos psicopáticos y antisociales en la comisión de violencia contra la mujer en las relaciones de pareja en una muestra penitenciaria

  1. FERNÁNDEZ SUÁREZ, ASUNCIÓN
Dirixida por:
  1. Francisco Javier Rodríguez Díaz Director
  2. Juan Herrero Olaizola Co-director

Universidade de defensa: Universidad de Oviedo

Fecha de defensa: 23 de novembro de 2018

Tribunal:
  1. Ramón Arce Fernández Presidente
  2. Ana González Menéndez Secretario/a
  3. Beatriz Pérez Sánchez Vogal
  4. Luis Rodríguez Franco Vogal
  5. Elena García Vega Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 574161 DIALNET

Resumo

La psicopatía es uno de los constructos más importantes dentro del sistema de justicia criminal; sin embargo, se encuentra inmerso en un debate sobre si los rasgos antisociales forman parte o no de los rasgos esenciales de la psicopatía. A pesar de haber demostrado ser un potente predictor del riesgo de violencia y reincidencia, pocos estudios llevan a cabo análisis diferenciales de los rasgos psicopáticos y antisociales. Por ello, el principal objetivo de esta Tesis Doctoral es contribuir al estudio sobre la confusión conceptual entre la psicopatía y el trastorno antisocial de la personalidad, prestando especial atención a su rol diferencial en la comisión de violencia en las relaciones de pareja. En el primer estudio, se ha presentado una revisión sistemática sobre el rol de los rasgos psicopáticos en la comisión de violencia en las relaciones de pareja. Los estudios analizados sugieren un robusto poder predictor de la psicopatía sobre la comisión de violencia en la pareja, fundamentalmente en muestras de condenados por violencia de género. El perfil de este agresor parece compatible con una manifestación subclínica de la psicopatía. Además, la psicopatía resulta especialmente útil a la hora de establecer tipologías de maltratadores, perteneciendo el maltratador con rasgos psicopáticos a los subtipos caracterizados por altos niveles de ira y manifestaciones de IPV de carácter premeditado, proactivo y reincidente. El segundo estudio examina el rol diferencial de los rasgos psicopáticos y antisociales en una muestra penitenciaria, confirmando varios de los argumentos a favor de la independencia entre la psicopatía y el trastorno de personalidad antisocial, tales como las tasas de prevalencia diferenciales, la relación asimétrica, la baja tasa de comorbilidad entre ambos constructos así como la fuerte relación con la psicopatía de otros rasgos de personalidad diferentes a los antisociales. Sin embargo, la verdadera potencialidad de este estudio reside en la confirmación de que la versión antisocial-free del PCL-R es tan capaz como el PCL-R original de predecir tanto la conducta delictiva violenta como la reincidencia. Finalmente, se propone un tercer estudio en el que se examina, en dicha muestra penitenciaria, el rol diferencial de los rasgos psicopáticos y antisociales en el desarrollo de conductas violentas en las relaciones de pareja, incluyendo la dependencia al alcohol como mediador de esta relación. Una vez más, los resultados sugieren que la psicopatía y el trastorno de personalidad antisocial desempeñan roles diferenciales cuando se controla el efecto de un constructo sobre el otro, tanto en el desarrollo de conductas delictivas violentas como en la comisión de violencia hacia la pareja. La combinación de rasgos psicopáticos afectivos con bajos niveles de impulsividad predice la comisión de violencia en la pareja, esbozándose al maltratador como un psicópata adaptado. Respecto a los rasgos antisociales, únicamente tienen un efecto indirecto sobre la comisión de violencia en la pareja a través de la dependencia al alcohol. Los hallazgos encontrados a lo largo de esta investigación pretenden fomentar el estudio y la relevancia de los rasgos psicopáticos en el campo de la violencia hacia la pareja. Los hombres violentos hacia su pareja no conforman un grupo homogéneo en términos de sus rasgos psicopáticos, siendo la violencia generalizada una variable clave para diferenciarlos: el maltratador generalista se caracteriza por altos niveles de rasgos psicopáticos tanto de personalidad como comportamentales; sin embargo, el maltratador especialista presenta los rasgos esenciales del psicópata en ausencia de los rasgos comportamentales. Así, mientas el generalista podría ser consistente con la imagen del psicópata tradicional (a menudo confundido con un perfil meramente antisocial), el maltratador especialista sería consistente con el verdadero psicópata. Además, la dependencia al alcohol jugaría un rol moderador únicamente en el caso de maltratadores con rasgos antisociales. Esta distinción resulta clave de cara al diseño de programas de tratamiento, dado que el maltratador especialista requiere de intervenciones orientadas no hacia la modificación de sus rasgos comportamentales (los cuales son adaptativos) sino hacia sus rasgos de personalidad psicopáticos.