Vitamina Dnuevo marcador pronóstico en niños críticamente enfermos
- Sánchez Arango, David
- Pablo Martínez Camblor Doktorvater/Doktormutter
- Corsino Rey Galán Doktorvater/Doktormutter
Universität der Verteidigung: Universidad de Oviedo
Fecha de defensa: 20 von Mai von 2015
- Fernando Santos Rodríguez Präsident/in
- Antonio Rodríguez Núñez Sekretär
- Javier Gil Antón Vocal
Art: Dissertation
Zusammenfassung
La presencia de niveles bajos de vitamina D es común tanto en la población adulta como en la pediátrica. Clásicamente, se han relacionado estos niveles con enfermedades como el raquitismo. Actualmente se relacionan en la población general con la mortalidad, presencia de infecciones, función inmunitaria, hipertensión, hipertrigliceridemia, diabetes tipo 1 y 2 ó neoplasias. En la edad pediátrica se ha relacionado con la severidad del asma y de la bronquiolitis y con menor respuesta a terapia con corticoides. Recientemente, se ha asociado con mayor mortalidad y peor pronóstico a corto y a largo plazo al ingreso en UCI en ambas poblaciones. Aunque no existe consenso la mayoría de los estudios definen la insuficiencia de vitamina D como niveles de 25(OH) vitD por debajo de 30 ng/ml, y deficiencia cuando son inferiores a 20 ng/ml. Debido a sus múltiples acciones, la vitamina D podría jugar un papel importante en la presencia de enfermedad grave. Este estudio pretende aclarar si el déficit de vitamina D es más prevalente en los niños que ingresan en cuidados intensivos pediátricos (UCIP). Como objetivo secundario planteamos si el déficit de vitamina D podría estar asociado a un incremento de la gravedad al ingreso en UCIP medida a través de los índices pronósticos Nuestro trabajo corresponde a un análisis secundario de datos y muestras procedentes de una línea de investigación de nuevos marcadores bioquímicos. Un estudio prospectivo observacional llevado a cabo en una UCI pediátrica de 8 camas, en el Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo, España. El estudio fue aprobado por el Comité Ético de Investigación del mismo. Se llevó a cabo sobre 162 pacientes ingresados en UCIP con edad menor a 16 años. Fueron criterios de exclusión: ausencia extracción sanguínea en las primeras 12 horas de ingreso, ausencia de consentimiento a participar por parte de los padres o del propio paciente, en mayores de 12 años, sospecha o presencia de enfermedad adrenal, hipofisaria o hipotalámica o la utilización de corticoides sistémicos, durante más de 10 días en el mes previo, o más de una dosis en las 24 horas previas al ingreso (excepto dexametasona). Con cada muestra sanguínea extraída en las primeras 12 horas de ingreso se recogieron: edad, peso, enfermedad subyacente y diagnóstico. Cada hora se registró frecuencia respiratoria, cardiaca, tensión arterial, saturación de oxígeno, diuresis y la dosificación y necesidad de soporte inotrópico. Se recogieron hemocultivos ante la sospecha de infección o cuando la temperatura del paciente supero los 38ºC. Se calculó el pediatric index of mortality 2 al ingreso y el pediatric risk of mortality III en las primeras 12 horas de ingreso. Se realizaron controles bioquímicos rutinarios, incluyendo proteína C reactiva y procalcitonina en las primeras 12 horas de ingreso. Se recogieron muestras sanguíneas en tubos con ácido tetraetilenidamin acético. Una alícuota de plasma fue congelada a -80ºC para la determinación posterior de 25(OH)vitD y los segmentos medio regional de la proadrenomedulina y carboxi-terminal de la pro-endotelina-1 Se obtuvieron los niveles 25(OH)vitD de 256 niños sanos en un estudio simultáneo en nuestra ciudad. En una población de pacientes procedentes del norte de España, la presencia de déficit de vitamina D al ingreso en UCIP fue mayor que en el paciente sano. En conocimiento de los autores este es el primer estudio prospectivo que compara niveles de 25(OH)vitD entre pacientes pediátricos ingresados en UCI y niños sanos del mismo área geográfica. El déficit de vitamina D no se asoció a mayores puntuaciones en los índices pronósticos de mortalidad, duración del ingreso, ni a la necesidad de soporte inotrópico ni de asistencia respiratoria. Se precisan más estudios para identificar marcadores fiables en el paciente grave y estrategias que puedan confirmar si la suplementación con vitamina D podría beneficiar a los pacientes con déficit de la misma.