Posibilidades de control de la podredumbre blanca radicular en vid
- O. Aguín
- M.J. Sainz
- P. Mansilla
ISSN: 1131-8988
Ano de publicación: 2017
Título do exemplar: La vid y el vino (II). Nuevas herramientas par la protección integrada del viñedo
Número: 288
Páxinas: 78-79
Tipo: Artigo
Outras publicacións en: Phytoma España: La revista profesional de sanidad vegetal
Resumo
La podredumbre blanca radicular, causada por Armillaria mellea, es uno de los principales problemas fitopatológicos de raíz en zonas vitícolas de todo el mundo. En la parte aérea, los síntomas son poco específicos pero en el sistema radicular se observa un micelio blanco en forma de abanico y la presencia de rizomorfos. El control de la enfermedad es muy difícil debido al carácter saprófito de A. mellea, a la localización del micelio debajo de la corteza y a la presencia de rizomorfos. Se han investigado diferentes medidas de control químico y biológico, pero por el momento no existe ningún método totalmente eficaz. Podredumbre blanca de la raíz causada por Armillaria mellea La enfermedad conocida como podredumbre blanca de la raíz en vid aparece como consecuencia de la infección del sistema radicular y cuello de la planta por Armillaria mellea. Se trata de uno de los principales problemas fitopatológicos de raíz en zonas vitícolas de todo el mundo. Aunque con baja frecuencia, la podredumbre blanca radicular en vid también puede estar causada por especies de los géneros Rosellinia y Collybia. Los síntomas en la parte aérea son poco específicos: las hojas amarillean, se marchitan y caen, presentando la planta un aspecto de decaimiento general, con entrenudos cortos, y alguna rama seca. Las características propias de A. mellea se localizan en el sistema radicular y/o cuello de la vid. Se observa que la corteza de raíces afectadas se separa fácilmente en tiras, apareciendo debajo placas de micelio blanco nacaradas en forma de abanico (Figura 1). En algunos casos, en torno a las raíces, se encuentran también rizomorfos, que aparecen relativamente sueltos (sujetos solo al micelio del interior de la raíz en algunos puntos) y suelen tener forma cilíndrica o un poco aplastada. La transmisión de la enfermedad se produce principalmente por la acción de los rizomorfos en el suelo, ya que se extienden a las plantas contiguas penetrando a través de las raíces o bien por contacto directo entre una raíz afectada y una sana.