Rasgos psicopáticos en la predicción de problemas de conducta infanto-juvenilesintegrando evidencias en 12 años de estudio

  1. Laura López Romero
  2. Paula Villar Torres
  3. Estrella Romero Triñanes
Revista:
Infancia, juventud y ley: revista de divulgación científica del trabajo con menores

ISSN: 1889-2477

Año de publicación: 2017

Número: 8

Páginas: 52-61

Tipo: Artículo

Otras publicaciones en: Infancia, juventud y ley: revista de divulgación científica del trabajo con menores

Resumen

Los problemas de conducta infanto-juvenil representan una categoría heterogénea en la que se recogen gran variedad de comportamientos y trayectorias ligados a diversos mecanismos etiológicos que, a su vez, darán lugar a múltiples resultados en términos de ajuste conductual y psicosocial. A pesar de que en las últimas décadas se ha realizado un gran esfuerzo a la hora de intentar definir categorías más homogéneas de conducta problemática (e.g., inicio temprano vs. inicio adolescente), todavía nos encontramos ante un fenómeno heterogéneo en cuanto a etiología, curso y pronóstico. En este sentido los rasgo de tipo psicopático, que engloban una serie de características afectivas (e.g., dureza emocional), interpersonales (e.g. manipulación) y conductuales (e.g. impulsividad), similares a aquellas que definen la psicopatía adulta, han servido como identificador de un perfil de alto riesgo, con jóvenes que tienden a manifestar un patrón de comportamiento problemático más severo, versátil y persistente. Dada la escasez de trabajos llevados a cabo en nuestro contexto, en la última década se ha desarrollado una línea de investigación a partir de un estudio longitudinal con 192 niños/as de la comunidad galllega. De este modo se ha permitido constatar, a través de diversos estudios, el relevante papel que los rasgos psicopáticos juegan en la predicción de las formas más severas y estables de conducta problemática. El presente trabajo pretende, por tanto, servir como integración de todas las evidencias obtenidas hasta el momento, en periodos de seguimiento de tres, seis, 10 años y 12 años, que refuerzan el papel de los rasgos psicopáticos en general, y la dureza emocional en particular, como identificador de riesgo de desajuste conductual, emocional y psicosocial en la infancia y la adolescencia. Estos resultados permitiran reforzar la utilidad y valor predictivo de los rasgos psicopáticos en nuestro contexto, y arrojaran luz acerca de la necesidad de incorporar dicho conocimiento en el desarrollo de programas de prevención e intervención de la conducta problemática infanto-juvenil.