Posicionamiento del Comité Español Interdisciplinario de Prevención Cardiovascular y la Sociedad Española de Cardiología en el tratamiento de las dislipemiasDivergencia entre las guías europea y estadounidense
- José María Lobos Bejarano 2
- Enrique Galve 1
- Miguel Ángel Royo-Bordonada 2
- Eduardo Alegría Ezquerra 1
- Pedro Armario 2
- Carlos Brotons Cuixart 2
- Miguel Camafort Babkowski 2
- Alberto Cordero Fort 1
- Antonio Maiques Galán 2
- Teresa Mantilla Morató 3
- Antonio Pérez Pérez 2
- Juan Pedro-Botet 4
- Fernando Villar Álvarez 2
- José Ramón González-Juanatey 1
- 1 Sociedad Española de Cardiología, Madrid
- 2 Comité Español Interdisciplinario de Prevención Cardiovascular
- 3 Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, Madrid
- 4 Sociedad Española de Arteriosclerosis, Madrid
ISSN: 1889-1837
Ano de publicación: 2015
Volume: 32
Número: 2
Páxinas: 83-91
Tipo: Artigo
Outras publicacións en: Hipertensión y riesgo vascular
Resumo
La publicación en Estados Unidos de la guía de 2013 de American College of Cardiology/American Heart Association para el tratamiento del colesterol elevado ha tenido gran impacto por el cambio de paradigma que supone. El Comité Español Interdisciplinario de Prevención Cardiovascular y la Sociedad Española de Cardiología han revisado esa guía, en comparación con la vigente guía europea de prevención cardiovascular y de dislipemias. El aspecto más destacable de la guía estadounidense es el abandono de los objetivos de colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad, de modo que proponen el tratamiento con estatinas en cuatro grupos de riesgo aumentado. En pacientes con enfermedad cardiovascular establecida, ambas guías conducen a una estrategia terapéutica similar (estatinas potentes, dosis altas). Sin embargo, en prevención primaria, la aplicación de la guía estadounidense supondría tratar con estatinas a un número de personas excesivo, particularmente de edades avanzadas. Abandonar la estrategia según objetivos de colesterol, fuertemente arraigada en la comunidad científica, podría tener un impacto negativo en la práctica clínica y crear cierta confusión e inseguridad entre los profesionales y quizá menos seguimiento y adherencia de los pacientes. Por todo ello, el presente documento reafirma las recomendaciones de la guía europea. Ambas guías tienen aspectos positivos pero, en general y mientras no se resuelvan las dudas planteadas, la guía europea, además de utilizar tablas basadas en la población autóctona, ofrece mensajes más apropiados para el entorno español y previene del posible riesgo de sobretratamiento con estatinas en prevención primaria.