Una empresa olvidada del primer gótico hispanola fachada de la sala capitular de la catedral de León

  1. Sánchez Ameijeiras, Rocío
Revista:
Archivo español de arte

ISSN: 0004-0428 1988-8511

Ano de publicación: 1996

Tomo: 69

Número: 276

Páxinas: 389-406

Tipo: Artigo

DOI: 10.3989/AEARTE.1996.V69.I276.609 DIALNET GOOGLE SCHOLAR

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Referencias bibliográficas

  • Cfr. Fr. A. de Lobera, Grandezas de la muy antigua e insigne ciudad e iglesia de Leon, Alcalá 1595, (ed. facsímil León, 1987), pp. 75 y 77
  • La cita del Tudense en Crónica de España por Lucas de Tuy, ed. J. Puyol, Madrid, 1926, p. 441
  • Cfr. M. Risco, Historia de León. Iglesia de León, y monasteries antiguos y modernos de la misma ciudad, Madrid, 1792, pp. 54-55
  • M. Gómez Moreno, Catálogo Monumental de la Provincia de León, Madrid, 1925, pp. 219-222
  • y E. Lambert, El arte gótico en España en los siglos XII y XIII, Madrid, 1985 (1° ed. París, 1933), pp. 228-232
  • El arcediano de León D. Nicolás legaba en su testamento «opere Sante Marie unun moropitinun. Claustro Sancte Marie unun moropitinun (sic)». Cfr. J. M. Fernández Catón, Documentación de la Catedral de León, III, León, 1990, pp. 570-572
  • Al igual que Ia iglesia ordenada construir por el mismo prelado debía de ser de materiales poco resistentes, ya que cuarenta años más tarde el obispo don Diego lamenta el estado deplorable en que se encontraba el templo y el resto de las construcciones anejas. Cfr. M. Risco, España Sagrada, XXXVI, Madrid, 1784, apéndice LIX
  • y J. M. Fernández Catón, Documentación de la Catedral de León, III, pp. 52-54
  • De la documentación puede deducirse que desde 1133 debió empezar a plantearse la construcción del claustro, ya que el obispo D. Arias establece que todas las donaciones sean «ad officium refectorii et coquine» para sufragar los gastos comunes de la canónica. Cfr. Fernández Catón, Documentación, III, pp. 159-162
  • En tales términos realizan importantes donaciones la infanta doña Elvira en 1133 y 1136 y Alfonso VII y Doña Berenguela en 1135 y 1141 (Fernández Catón, Documentación, Ibid., pp. 164-166, 179-181, 171-174, 203-204)
  • sobre los restos, cfr. M. Gómez Moreno Catálogo, pp. 219 y 310
  • Cfr. Demetrio de los Ríos, La catedral de León, León, 1989, (ed. facsímil, Madrid, 1895) II, p. 164
  • Don Thomas el arcediano debía ser un personaje especialmente influyente por su estrecha relación con la familia real leonesa. En 1177 Fernando II en unión de su hijo Alfonso dona a la iglesia de Santa María de León y a don Thomas «carissimi et venerabili archidiacono», un molino con una presa en Torío, «pro bono servicio quod michi Thomas liberaliter exhibuit», cfr. Fernán dez Catón, Documentación, V, pp. 479-482
  • Para los testimonios documentales sobre las capillas del claustro, y la portada del refectorio, cfr. J. M. Ruiz Asencio, Colleccaón Documental del Archivo de la catedral de León, viii(1230-1269), León, 1993, pp. 142-143, 170y 171
  • Cfr. E. Fernández y M. Valdés, «Recientes hallazgos artísticos en la catedral leonesa», León Medieval. Doce Estudios, León, 1978, pp. 235-241, espec. p. 238, citan entre los hallazgos encontrados los restos de un tímpano con un pantócrator con nimbo crucífero, pero señalan que ya entonces se encontraba prácticamente destruído
  • Sobre la sala capitular, cfr. E. Fernández y M. Valdés, «Recientes hallazgos», pp. 235-241. Ocupando más de la mitad del recinto inferior se construyó a principios del siglo xv la capilla de Santa Catalina, y a finales del mismo y comienzos del siguiente se realizaron importantes obras de acondicionamiento en el piso superior. Las alteraciones sufridas afectaron también al tramo que quedaba en pie del recinto inferior, y a la escalera de comunicación, levantándose en su lugar, la actual escalinata renacentista
  • Cfr. R. Rodríguez, «Actas capitulares de la catedral de León», Archives leoneses, (1957), p. 183 y 317
  • y Waldo Merino, Arquitectura hispano-flamenca en León, León, 1974, p. 340 y 364
  • Aunque el Tudense, que escribía bajo el patronazgo de la reina Berenguela, atribuyó a ésta la reconstrucción de la muralla leonesa «ex lapidibus et calce» hacia 12OO (Cfr. Crónica de España, ed. cit., p. 411), cabría reconocer en el pasaje de nuevo una exageración laudatoria
  • Cfr. E. Benito Ruano, «Las murallas y cercas de la ciudad de León durante la Edad Media», León Medieval. Doce Estudios, León, 1978, pp. 25-41, espec. pp. 30-31
  • Cfr. M. Risco, España Sagrada, XXXV, p. 426
  • Ya S. Moralejo en «La Fachada de la sala capitular de la Daurade de Toulouse. Datos iconográficos para su reconstrucción», Anuario de Estudios Medievales, 13 (1983), pp. 179-204, espec. p. 190, n. 50 había sugerido la posibilidad de la existencia de un programa decorativo para la sala capitular leonesa
  • Para su instalación anterior, cfr. J. M. Quadrado, España. Sus Monumentos y Artes. Su Naturaleza y su Historia, Asturias y León, Barcelona, 1885, p. 470
  • E. Serrano Fatigati, «Relieves del claustro de la catedral de León», Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, X (1902), no. 114-116, pp. 170-175
  • M. Gómez Moreno, Catálogo, I, pp. 237-238; II, fig. 235
  • G. Weise, Spanische Plastik aus sieben Jahrhunderten, Reutlingen, 1925, I, p. 14
  • y M. Berrueta, La catedral de León, Madrid, 1951, p. 132. La variedad de formatos de los tres relieves que ocupaban el fondo del nicho lleva a pensar que el conjunto es fruto de una reinstalación de las piezas, procedentes de un primitivo destino común
  • Cfr. también A. Franco Mata, Escultura Gética en León, León, 1976, pp. 419-420
  • E. Gómez Moreno, La catedral de León, León, 1984, p. 35
  • M. Gómez Rascon, Museo Catedralicio-Diocesano de León, Madrid, 1983,p. 10
  • y F. Llamazares, Museos de León y Provincia, León, 1985, p.94
  • La hipótesis del destino original en la portada capitular no excluye su posterior reutilización funeraria. Para precedentes y paralelos para la reutilización de vanos de salas capitulares como complemento mural para sarcófagos tanto en la península como fuera de ella. Cfr. R. Sánchez, Investigaciones, pp. 23-27
  • La ausencia de la fecha del óbito en el epitafio implica que el monumento fue labrado en vida de su destinatario, y se sabe que este personaje aún vivía en 1193 (Cfr. A. Franco Mata, Escultura Gótica, p. 240), por lo tanto la reutilización debió llevarse a cabo en el última década del siglo XII o en la primera del XIII, apenas concluída la fachada del capítulo o incluso sin que ésta estuviera rematada
  • Aunque los diversos autores que se han ocupado de la pieza coinciden en fecharla a fines del siglo XIII y comienzos del XIII, divergen, en cambio, en lo que a la filiación estilística se refiere. G. Weise, Spanische Plastik, p. 14
  • lo pone en relación con la Daurade de Toulouse, y para M. Gómez Moreno, León, p. 237 esta escultura «presiente el arte de Senlis»
  • E. Gómez-Moreno, La catedral de León, p. 35 propone un filiacion compostelana
  • que ya descartó A. Franco, Escultura Gótica, p. 419
  • G. Boto tanto en «1200 en León», pp. 91-93
  • como en La memoria olvidada, p. 92 relaciona estilísticamente estas figuras con las estatuas de la Cámara Santa oventense, que a mi juicio se corresponden con un estadío más temprano, o al menos más primitivo en lo que a proyección de bulto e instalación en el espacio se refiere - compárense, por ejemplo la actitud de los pies en ambas series -
  • Para el grupo ovetense, cfr. E. Fernández González, «Estructura y simbolismo en la capilla palatina y otros lugares de peregrinación», Las peregrinaciones a Santiago de Compostela y San Salvador de Oviedo en la Edad Media, Oviedo, 1993, pp. 335-399
  • Boto supone que estas piezas pudieron haber pertenecido a una portada de la catedral románica, e identifica a la figura femenina como una «personalización de una Sibila» (sic), en razón de su ausencia de nimbo, defendiendo como suya la propuesta de la presencia de otra Sibila en el Pórtico de la Gloria compostelano, propuesta debida, en cambio, a S. Moralejo, quien la expuso en el Simposio Internacional «O Portico da Gloria e a Arte do seu Tempo»
  • Cfr. R. SANCHEZ, «'O Pórtico da Gloria e a Arte do seu Tempo'. Simposio Internazionale organizzato dalla Conselleria de Cultura de la Xunta de galicia, Santiago de Compostela, 3-8 ottobre 1988», Arte Medievale, II Serie, Anno IV, 1 (1990) 197-198
  • Cfr. W. Sauerlander, «Twelth-century sculpture at Chalons-sur-Marne», Romanesque and Gothic Art. Acts of the twentieth International Congress of the History of Art, I, Princeton, 1963, pp. 19-129, espec. pp. 123-124, lams. XL, 16 y 17
  • Para la estatua columna en el Fine Arts Museum de Cleveland (Ohio), cfr. W. Sauerlander, La Sculpture Gothique en France, 1140-1270, París, 1975, pp. 92-93, lam. 52
  • y para la definición del estilo del maestro de Daniel, cfr. S. y L. Pressouyre, Le cloitre de Notre-Dame-en- Vaux, París, s. d., pp. 4, fig. 8 y 9
  • Cfr. W. Sauerlander, La sculpture gothique, lam 72
  • Sobre este último relieve, cfr. M. Gómez Moreno, León, I, p. 282, quien Io adscribe a un taller compostelano derivado del de Mateo
  • Cfr. también M. Ruiz Maldonado, «El Caballero Victorioso en la escultura románica española. Algunas consideraciones y nuevos ejemplos», Boletín de Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, (1979), pp. 271 y ss., espec. p. 277
  • M. Ruiz Maldonado, «Eadem, Elcaballero en la escultura románica de Castilla y León, Salamanca, 1986, p. 102, fig. 62
  • Para la Virgen de la Daurade, cfr. S. Moralejo, «La fachada», espec. pp. 180-182, fig. 1. En este articulo resume las aportaciones de L. Seidel, K. Horste y M. Durliat sobre el controvertido programa de esta sala capitular
  • Las piezas de La Daurade, de San Esteban de Toulouse, la única estatua-columna conservada del claustro de Saint-Denis y la «Mare de Deu» de Solsona, cuyo claustro presentaba un programa monumental vinculado a los tolosanos, medían, en cambio, 1.17 metros de alto. Sobre ello, cfr. S. Moralejo, «De Sant Esteve de Tolosa a la Daurade. Notes sobre l'escultura del claustre romànic de Santa María de Solsona» Quadern d'estudis medievals, n. 23-24 (1988), pp. 104-109, espec. p. 176, n. 19
  • Sobre el conjunto de Ceinos de Campos, cfr. V. García Escobar, «La iglesia de los templarios en Ceinos», Semanario Pintoresco Español (1853), pp. 153-155
  • J. M. Quadrado, España. Sus Monumentos y Artes. Su Naturaleza e Historia. Valladolid, Palencia y Zamora, Barcelona, 1884, pp. 310-321
  • C. Nieto, «Descripción de la iglesia que con la advocacion de Nuestra Señora del Templo poseyeron los Caballeros templarios en la villa de Ceinos de Campos», Boletín de la Real Academia de la Historia, LXXVI (1920), pp. 268-274
  • A. Gaya Nuño, La Arquitectura española en sus monumentos desaparecidos, Madrid, 1961, pp. 141-144
  • J. Castan Lanaspa, «Aportaciones al estudio de la Orden del Temple en Valladolid», Boletín del Seminario de estudios de Arte y Arqueología, XLVIII (1982), pp. 199-200
  • J. Castan Lanaspa, «idem, Arquitectura templaria castellano-leonesa, Valladolid, 1983, pp. 80-83
  • Los restos de la galería con decoración monumental se encuentran hoy en el Museo Arqueológico de Valladolid. Para Benevívere, Villamil y Escosura, España Artística y monumental, París, 1842, I, 4
  • J. Quadrado, Valladolid, Palencia y Zamora, p. 494
  • A. Gaya Nuño, Monumentos desaparecidos, pp. 144-146
  • y M. Carrion Gutiérrez, Carrión de los Condes, col. Apuntes Palentinos, 4, VI, Palencia, 1983, p. 29
  • El testimonio de Morales, en Viaje de Ambrosio de Morales por orden del rey D. Phelipe II a los reynos de Leon, y Galicia, y principado de Asturias, ed. H. Flórez, Madrid, 1765, 39
  • Sobre las estatuas columnas del claustro, cfr. R. Steven Janke, «Two Statue Columns, Saint Paul and Saint Michael», Gothic Sculpture in America. The New England Museums, ed. D. Gillerman, Nueva York y Londres, 1989, pp. 176-177, con figs. Este autor defendió que se trataba de piezas de claustro trente a la opinión tradicional que las suponía tenantes de altar como las de San Pelayo de Antealtares
  • Para el paralelo portugués señalado por R. Steven Janke, cfr. T. Espanga, Inventário artístico de Portugal: Concelho de Evora, VII, Lisboa, 1966, 37-38, y figs. CXXXVI-CXXXVII
  • Para las piezas en el Museo de San Marcos en León, cfr. F. Llamazares, Museos de León y su provincia, León, 1985, p. 51, con fig
  • A ellas había ya hecho referencia, relacionandolas con el gótico clásico de la fachada occidental de la catedral de Amiens F. B. Deknatel, «Sculptured Columns from Sahagún and the Amiens Style in Spain», Medieval Studies in Memory of A. Kingsley Porter, I, Cambridge (Mass.), 1939, 301-10, esp. fig. 2
  • L. Seidel, «The Facade of the Chapterhouse al La Daurade in Toulouse», The Art Bulletin, LV (1973), pp. 328-333, fig. 2
  • G. Boto Varela, en La memoria olvidada, p. 92 pone en relación el estilo del relieve del San Pedro del claustro ovetense con el Cristo en Majestad leonés. Creo, en cambio, que es el el ámbito iconográfico en donde cabe señalar paralelos entre Oviedo y León
  • De hecho el San Pedro parece tomar el relevo de la serie relivaria románica. Sobre la misma, S. Moralejo, «'Ars sacra' et sculpture romane monumentale: le trésor et le chantier de Compostella», Cahiers de Saint-Michel-de-Cuxá (1979) 10, pp. 29-58
  • La pieza compostelana fue empotrada en este siglo en su actual localización, y enriquecida con un baldaquino. A su izquierda se colocó un Gabriel del siglo xv. Cfr. S. Moralejo, «Esculturas compostelanas del último cuarto del siglo XII», Cuadernos de Estudios Gallegos, XVIII (1973), pp. 295-310, espec. p. 305
  • La Anunciación aparece en el claustro de Santa María de Solsona, y en dos relieves de la cara interna de la entrada de la sala capitular de Saint-Caprais d'Agen. Para el caso de Solsona, cfr. S. Moralejo, «De Sant Esteve», pp. 107-108, figs. 3, 4 y para el caso de Agen, cfr. supra, nota 20
  • Los ábsides estaban dedicados a Santa María, el Salvador y San Juan Bautista. Así lo especifica el obispo Pelayo en el acta de consagración de la iglesia en 1073. Cfr. M. Risco, España Sagrada, XXXVI, p. LIX. Al lamentable estado en que se encuentra y a su nueva dotación por él realizada se refiere el obispo don Diego en 1116
  • Cfr. Fernández Catón, Colección Documental, V, pp. 52-54
  • Para esta miniatura cfr. E. Fernández González, «Las miniaturas de los códices martinianos». Santo Martino de Lean, Ponencias del 1 Congreso International sobre Santo Martino en el VIII Centenario de su obra literaria 1185-1985, León, 1987, pp. 513-546, espec. pp. 524-525, lam. I
  • Para una ilustración en color de la misma, cfr. A. Viñayo. La Colegiata de San Isidoro de León, fig. 31
  • En el archivo catedralicio se conserva la Vita Sancti Froilani Episcopi, escrita por el diácono Juan, intercalada en el fol. 101 de una Biblia Gótica, códice no 6 del Archivo de la catedral de León. Cfr. C. Gil Atrio. Santos gallegos, Orense, 1968, pp. 11-22
  • y A. Franco Mata, Escultura Gótica, pp. 692-631, en donde se fecha su muerte en el año 875
  • Sin embargo M. Risco, Iglesia de León, p. 18
  • y A. Ubieto Arteta, en Listas Episcopates Medievales. 2 vols.. Zaragoza, 1989.1. p. 191 sitúan su pontificado entre el 900 y el 905. El desconocimiento de la fecha de la muerte en un autor supuestamente contemporáneo, el hecho de que el texto se halle interpolado en tres columnas que habían quedado sin escribir entre los Libres de Job y Tobías, y la diferencia observable entre la letra utilizada en la Biblia y la del texto hagiográfico. inclinan a pensar que se trata de una interpolación posterior. Una segunda redacción de la misma se encuentra en un Breviario gotico del archivo de la misma catedral
  • Cfr. A. Risco, España Sagrada, XXXIV, pp. 159-203. El formato elegido en la portada capitular para la representación el santo, como celosía, parece especialmente adecuado para las tópicas metáforas con las que al él se refiere el hagiógrafo: «lucerna super Kandelabro imposita, claritate lucis aternae iluminavit». «inluminavit eos lumine vero»
  • Para las Constituciones Sinodales, cfr. A. Risco, España Sagrada, XXVI, apéndices CLVII y CLVIII
  • El Silense describe la expedición pero no deja clara la causa de la muerte de Alvito. Cfr. Historia Silense, ed. Santos Coco. Madrid, 1931, pp. 82-85. Para otras versiones del hecho, cfr. infra
  • La noticia del Silense en Historia Silense, ed. cit., p. 85: «Alvitus autem venerandus antistes in ecclesia Beate Marie cui prefuerat, Deo annuente habet sepulchrum»
  • Para el monumento pretioso que en la Vita Sancti Froilani Episcopi se decía había albergado sus restos en la catedral, cfr. A. Franco Mata, Escultura Gética, p. 289
  • Las reliquias se conservan hoy en la capilla mayor, en un area de plata labrada a principios del siglo xvi, cfr. E. Gómez Moreno, La catedral p. 54, fig. 48. En la sala de piedra de la catedral de León se conservan restos de un sarcófago estrigilado. Como mera hipótesis cabría preguntarse si no podría haber correspondido a un sarcófago romano reutilizado para albergar los restos de Froilán. La singularidad del epíteto «pretioso» recuerda a otras referencias a sarcófagos antiguos reutilizados en el siglo x, percibidos por los contemporáneos como piezas singulares y excepcionales
  • Cfr. al respecto S. Moralejo, «La reutilización e influencia de sarcófagos antiguos en la España Medieval», Colloqui sul reimpiego dei sarcofagi romani nel Medioevo, (Pisa 5-12 September 1982), Marburg, 1984, pp. 187-203. Cabría señalar también que únicamente las crónicas leonesas - el Silense y el Tudense - glosan la milagrosa muerte de san Alvito, y sitúan las reliquias de Froilán en León. Rodrigo Jiménez de Rada, habría de ser fiel a la versión de Pelayo de Oviedo en ambos asuntos. De Alvito se limitan a decir que ayudó a Fernando I a trasladar el cuerpo de Isidore; y sitúan los restos de Froilán «infra Pyrenaeos montes,...super altare Sancti Joannis Baptiste»
  • Cfr. Crónicas de los Reines de Asturias y León, ed. Casariego, León, 1985, p. 175
  • y R. Jiménez de Rada, Historia de los hechos de España, ed. J. Fernández Valverde, Madrid, 1989, p. 206
  • La noticia del Tudense en M. Risco, España Sagrada, XXXIV, p. 197: «En aquel mismo tiempo, esto es siendo obispo legionense D. Manrique, acaecio una cosa maravillosa, que trayendo del Monasterio, como a Santo tan glorioso convenía, en todo el Camino por donde trahian aquellos huesos sacratissimos, et por alli al derredor llovia miel en tanta abundancia, que de los arboles, et de los cabellos de los hombres, et de los animales corrían arroyos de miel»
  • Series de apóstoles fueron labradas en las jambas de la portada de la sala capitular de San Esteban de Toulouse, en las arcadas de la canónica de Saint-Donat-sur-l'Herbasse en el valle del Ródano, o en las estatuas-columna del claustro de Notre-Dame-en-Vaux de Châlons-sur-Marne. Cfr. L. Pressouyre «Saint Bernard to Saint Francis: Monastic Ideals and Iconographie Programs in the Cloister», Romanesque and Gothic Art. Studies in Western Art. Acts of the Twentieth International Congress of the History of Art, Princeton, 1963, pp. 71-85, espec. p. 74
  • L. Seidel, «A Romantic Forgery: the Romanesque 'Portal' of Saint-Etienne in Toulouse», The Art Bulletin, L (1968), pp. 33-44
  • Para el destruído claustro de Saint-Donat-sur-l'Herbasse, cfr. H. A. von Stockhausen, «Die romnischen Kreuzgänge der Provence, II Die Plastik», Marburger Jahrbuch für kunstwissenschaft, VIII-IX, (1935), pp. 89-171, espec. p. 147, nota 7
  • Como precedente ya clásico para estas figuras cabe citar el apostolado de los pilares del claustro de Moissac, cfr. M. Schapiro «La escultura románica en Moissac», Estudios sobre el románico, Madrid, 1985 (1a ed. 1932), espec. pp. 163-177
  • Cfr. también Ilene H. Forsyth, «The Vita Apostolica and Romanesque Sculpture», Gesta, XXV, 1 (1986) pp. 75-82
  • Cfr. C. K. Carr, Aspects on the Iconography of Saint Peter in medieval art of Western Europe to the early thirteenth century, Case Western Reserve University, 1978, pp. 11-12, 30-32, fig. 80
  • y E.Male, L'art religieux du Xiième siècle, Paris, 1922, p. 252
  • Para el cenotafio de San Juan de Ortega, cfr. J. Pérez Carmona, Arquitectura y escultura románicas en la provincia de Burgos, Burgos, 1975, pp. 222-223
  • R. Sánchez, Investigaciones Iconográficas, pp. 144-146, y 228-229. Otro ejemplo de la misma idea, formulada 'geometrico moré se encuentra en un capitel procedente del claustro del monasterio de Sahagún que se conserva hoy en en el Museo de San Marcos de León. La estrecha cohesión entre los ocho apóstoles que se disponen radialmente con respecto al cesto del capitel ofrece una síntesis plástica de la misión apostólica y de la vida comunitaria
  • Una reproducción del mismo en F. Llamazares, Museos, p. 50. Un paralelo para esta solución en una columna procedente de Savigny, con los apóstoles agrupados alrededror del capitel y del fuste
  • Cfr. D. Cateland Devos, «Sculpture de L'Abbaye de Savigny-en-Lyonnais du Haut Moyen Age au XVe siècle», Bulletin archéologique du comité des travaux historiques et scientifiques, n. s. vii (1971), pp. 151-201, espec. pp. 169-70
  • Ya M. Schapiro señalaba la importancia concedida a San Pablo en los pilares del claustro silense, representado, anacrónicamente en los tres relieves que mostraban la asamblea de los discípulos (la Duda de Tomás , la Ascension y Pentecostés), cfr. M. Schapiro, «Del mozárabe al románico en Silos», Estudios sobre el Románico, pp. 37-119, espec. pp. 62
  • Cfr. también O. K. Werkmeister, «The Emmaus and Thomas Pillars of the Cloister of Silos», Actas del Simposio «El románico en Silos», Burgos, 25-29 de septiembre de 1988, Santo Domingo de Silos, 1990, pp. 156-159 pone en relación el énfasis en la presencia de Pablo con su carácter ejemplar para la comunidad monástica, y señala como en la Vita Dominici Siliensis se reproducen pasajes de las Cartas primera y segunda a los Gálatas, para establecer un paralelo entre la vida del santo castellano y la del apóstol de los gentiles
  • Cfr. R. Steven Janke, «Two Statue Columns», p. 177
  • Cfr. también I. Forsyth, «Vita Apostolica», espec. p. 79
  • Para la idea de la peregrinación interior, y el proceso de interiorización progresiva de la espiritualidad religiosa en el siglo XII, cfr. G. Constable, «Opposition to Pilgrimage in the Middle Ages», Mélanges G. Fransen I. Studio Gratiana, XIX (1976) pp. 125-146
  • Cfr. Vita Sancti Froilani Episcopi, en A, Franco, Escultura Gótica, pp. 629-631, espec. p. 630. La noticia de la primitiva advocación de la sede legionense a San Pedro la proporciona el Tudense, al hablar de la construcción de la catedral bajo el patrocinio de Ordoño II, «(y) a la bienaventurada Virgen María..., de su propio palacio fizo fazer yglesia y estableció en ella cátedra obispal, la qual de primero era pequena diocesis, allende de los muros de lacibdad, en honrra de Sant Pedro Apostol»
  • Cfr. A. Linage Conde, «¿Vida canonical en la «repoblación» de la peninsula Ibérica?», «Secundum Regulam vivere». Festchrift für P. Norbert Backmund, O. Praem herausgegeben von Gert Melville, Windberg, 1978, pp. 73-85
  • A. Linage Conde, «idem, «El Medioevo canonical en el península ibérica. Estado y perspectiva de la cuesción (1959-1983)», Santo Martino, pp. 263-278
  • Cfr. Risco, España sagrada, XXXIV, p. 302. El documento, en el Tumbo, fol. 311
  • Cfr. L. Pressouyre, «St. Bernard to Saint Francis», pp. 72-73, fig. 4
  • Para el capitel del claustro de Aosta, cfr. A. K. Porter, Lombard Architecture, II, p. 58
  • y R. Berton, I Capitelli del chiostro di Sant'Orso, Novara, 1956, pp. 92-93
  • Para el ejemplo alsaciano, Alsace Romane, (Zodiaque, La Nuit des Temps) La Pierre-qui-vire, 1965, figs. 137-139, pp. 308-312
  • Para el conocido pilar de Moissac, M. Schapiro, «La escultura románica de Moissac», Estudios, pp. 153-306, espec. pp. 165-166, figs. 57, 73. También en tres claustres catalanes existieren representaciones de prelados reformadores labrados en pilastras
  • En Cuxá y en Ripoll, cfr. X. Barral i Altet, «La sculpture à Ripoll au XIIe siècle», Bulletin Monumental, 131, (1973) pp. 311-359, espec. p. 359, fig. 30
  • y en el claustro de Solsona, cfr. S. Moralejo, «De Sant Esteve de Tolosa a la Daurade», p. 112, fig. 7
  • Cfr. L. Pressouyre, «St. Bernard to St. Francis», pp. 72-74
  • Cfr. también F. Benoit, L'Abbaye de Montmajour, París, 1928, p. 57
  • y R. Will, Repertoire de la sculpture romane de l'Alsace, Estrasburgo, París, 1955, pp. 35 y 80, fig. XVII
  • Cfr. L. Robles Carcedo, «Fuentes del pensamiento teológico de Santo Martino», Santo Martino, pp. 599-622, espec. p. 611
  • Cfr. A. Linage, «El monacato», p. 270
  • y T. Villacorta, El cabildo de la catedral de León. Estudio histórico-jurídico. Siglos XII-XIX, León, 1974
  • Para los testimonios documentales sobre las capillas del claustro, y la portada del refectorio, cfr. J. M. Ruiz Asencio, Colección Documental del Archivo de la catedral de León, VIII (1230-1269), León, 1993,pp. 142-143. 170 y 171