Estudio de la enfermedad de Lyme en el área sanitaria del hospital universitario Lucus Augusti y su relación con las poblaciones de corzos parasitados por "ixodes"

Zusammenfassung

Entre los años 2006 y 2013 se analizaron los resultados serológicos de 2845 personas, residentes en el área de influencia del Hospital Universitario Lucus Augusti y consideradas de riesgo para la enfermedad de Lyme (EL). Se revisaron las historias clínicas de 108 pacientes con diagnóstico confirmado EL, analizándose diversas variables epidemiológicas y clínicas. En el área de estudio, se recogieron garrapatas de la naturaleza y de corzos, en las que se identificaron diversas genoespecies de Borrelia. Se observó una correlación significativa entre la seroprevalencia y la tasa de incidencia de EL que siguió una distribución bimodal respecto a la edad. La zona de procedencia y el hábitat influyen sobre la prevalencia y la tasa de incidencia de enfermedad, siendo significativamente superiores en los residentes en la montaña y en los del medio rural. Un elevado número de casos de EL se diagnosticaron entre junio y octubre y la mayoría de los enfermos no recordaban la picadura de garrapata. El porcentaje de Ixodes ricinus infectados con Borrelia fue superior en los recolectados en la naturaleza que en los de los corzos; identificándose 5 genoespecies causantes de EL: B. afzelii, B. burgdorferi sensu stricto, B. garinii, B. lusitaniae y B. valaisiana. La neuroborreliosis fue la manifestación clínica más frecuente, correspondiéndose con la genoespecie predominante en I. ricinus (B. garinii). La radiculitis fue la principal manifestación neurológica, seguida de meningitis y parálisis facial. Las manifestaciones cutáneas, articulares y cardíacas más frecuentes fueron el eritema migrans, artritis de rodilla y bloqueo aurículo-ventricular, respectivamente. En los pacientes pediátricos, la manifestación cutánea predominante fue el eritema migrans. La meningitis linfocitaria y la parálisis facial periférica fue la clínica neurológica más frecuente. Todos los enfermos evolucionaron favorablemente tras el tratamiento antibiótico, excepto uno que desarrolló una artritis recurrente de rodilla; identificándose B. gariniien el líquido articular.