Comparación de dos vías de obturación en apicectomías con MTA

Abstract

COMPARACIÓN DE DOS VÍAS DE OBTURACIÓN EN APICECTOMÍAS CON MTA La cirugía endodóntica se debe realizar cuando el tratamiento no quirúrgico del sistema de conductos fracasa y persiste una lesión perirradicular, de origen endodóntico. Este procedimiento incluye: desbridamiento quirúrgico de los tejidos patológicos perirradiculares, resección radicular, preparación de una cavidad retrógrada y la colocación de un material de obturación. Muchos materiales de obturación han sido estudiados. Entre ellos, actualmente destaca el mineral trióxido agregado (MTA). Cuando el acceso y el aislamiento del área quirúrgica son limitados, se plantea como alternativa la obturación ortógrada previa del conducto radicular con MTA, seccionando posteriormente el ápice radicular y exponiendo el MTA endurecido sin necesidad de preparar una cavidad retrógrada. Con este trabajo de investigación se pretende comparar dos vías de obturación en apicectomías con MTA (ortógrada y retrógrada), analizando la microestructura del diente mediante el estudio de dos parámetros: el espesor de dentina remanente (EDR) y la formación de grietas, así como la influencia entre ambos. Para realizarlo, se seleccionaron 76 dientes unirradiculares que se dividieron en dos grupos, en función de la vía de preparación (ortógrada y retógrada). Se instrumentaron y se obturaron. Se realizó la apicectomía, preparando la cavidad retrógrada solamente en el segundo grupo. Se evaluó la superficie del ápice radicular, para determinar la existencia de grietas, mediante estereomicroscopía y transiluminación, con posterior registro fotográfico. Por último, se midió el EDR en las cuatro paredes del diente (vestibular, mesial, lingual y distal) en ambos grupos. Con las dos técnicas se obtuvieron espesores de dentina remanente semejantes. La probabilidad de sufrir cracks fue mayor después de la preparación ortógrada que después de la retrógrada. Las paredes que presentaron mayor cantidad de los mismos fueron la vestibular y la lingual. El EDR no influyó en la formación de cracks.