La indumentaria desde la puesta en escenade Buontalenti a Diaghilev

  1. ROLDÁN MORAL, MARÍA SIERRA
Dirixida por:
  1. Leticia Elena Alvarez Recio Director

Universidade de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 08 de outubro de 2014

Tribunal:
  1. Manuel Carrera Díaz Presidente/a
  2. José María Barrera López Secretario/a
  3. Rocío Plaza-Orellana Vogal
  4. Nuria Fernández Quesada Vogal
  5. Ángel Abuín González Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 366865 DIALNET lock_openIdus editor

Resumo

El diseño de vestuario constituye una disciplina relativamente joven dentro de las artes escénicas, aunque se ha convertido ya en algo fundamental dentro del mundo del espectáculo. Sin embargo, en tiempos no muy lejanos, se podían planificar los montajes escénicos sin atender a un diseño artístico que contemplara la indumentaria en su conjunto. Existen diversas publicaciones sobre la historia del traje en general y algunos trabajos sobre los métodos de confección, además de monografías sobre el vestuario diseñado para determinados montajes teatrales. Sin embargo, pocas publicaciones abordan el estudio y evolución de la indumentaria teatral desde la puesta en escena, pues, al ser un elemento muy práctico, apenas se ha sistematizado en comparación con otros recursos teatrales como, por ejemplo, la escenografía. Esta tesis doctoral analiza la indumentaria teatral desde la perspectiva de su integración en la puesta en escena. Sigue un orden cronológico al plantear una historia del diseño del vestuario teatral desde sus orígenes, en los siglos XVI y XVII, cuando surgen los primeros proyectos de vestuario, hasta la segunda década del siglo XX, cuando, gracias a la aportación de Diaghilev, la disciplina queda consolidada. La investigación se extiende a un nutrido número de espectáculos y artistas de diversas nacionalidades que contaron con un notable protagonismo en el campo de los recursos escénicos desde bien entrado el Renacimiento. De este modo, se aborda la actividad espectacular de España e Inglaterra, como primeros países donde se produce teatro comercial, estudio que se extiende luego a otros países, como Francia, Italia, Alemania o Rusia. Por último, el análisis no se reduce solo al teatro dramático, sino que considera otros géneros teatrales como el ballet, la ópera, la opereta o la mascarada. Con ello, se ha procurado ofrecer una visión panorámica de una disciplina compleja por su participación en distintos géneros, formatos y corrientes artísticas. La fuentes primarias empleadas en este trabajo han sido los propios bocetos de los figurinistas, que se detallan de modo minucioso y que en todo momento se contrastan y complementan con el análisis de los elementos escenográficos, dado el estrecho vínculo entre la escenografía y el diseño de vestuario desde el origen de esta última disciplina. Ha primado siempre el aspecto espectacular del teatro, su puesta en escena, sobre el carácter literario de las piezas objeto de estudio. El trabajo consta de siete capítulos. En los dos primeros se estudian los precedentes históricos del diseño de vestuario a lo largo del Renacimiento y del siglo XVII. Un tercer capítulo analiza el vestuario teatral durante el siglo XVIII, haciendo especial hincapié en la influencia que ejerció la Ilustración en su desarrollo. El cuarto capítulo se centra en la precisión histórica del vestuario en géneros como la ópera, el ballet o el teatro durante la primera mitad del siglo XIX. Un quinto capítulo versa sobre el vestuario del teatro realista y naturalista, y la consiguiente reacción simbolista de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, prestando especial atención a la figura del director de escena. Por último, los capítulos sexto y séptimo se dedican a la profesionalización de los figurinistas en los ballets coreográficos y en la opereta inglesa de fines del XIX y principios del XX, finalizando con el estudio de la indumentaria en los ballets rusos de Diaghilev, en los que se establece de forma definitiva un proyecto de vestuario integrado plenamente en la concepción total del espectáculo. Cada capítulo lleva incorporada una sección de conclusiones parciales a modo de resumen, de modo que sirvan de guía y faciliten la comprensión del lector, ya que se ofrecen múltiples datos de países distintos, a lo largo de más de cuatro siglos. También se insertan al final de cada capítulo una serie de láminas ilustrativas de los figurines y puestas en escena a los que se alude en el texto. A modo de complemento, se añaden al final del trabajo unos apéndices que incluyen, primeramente, los Intermezzi della pellegrina, como antecedente más claro del proyecto de indumentaria; en segundo lugar, una catalogación del vestuario empleado en los autos sacramentales; y en tercer lugar, el vestuario y la escenografía realizados por Emilio Burgos para un montaje actual de Don Juan Tenorio, donde se aplica un vestuario de matiz expresionista a un clásico del teatro romántico español. En un cuarto apéndice se analiza la indumentaria de la ópera La Favorita (Donizetti) para mostrar cómo una recopilación de vestuario puede obtener resultados satisfactorios al coordinarse con todo el conjunto escénico. Por último, se incluye un artículo sobre el ballet Sadko, de los Ballets Rusos, para ilustrar la coordinación de la coreografía con el vestuario, dentro de una puesta en escena totalmente vanguardista.