Democracia e cidadaníaachegas dende unha ecoloxía política reconstruída

  1. Franco Barrera, Alberto José
Dirixida por:
  1. María Xosé Agra Romero Director

Universidade de defensa: Universidade de Santiago de Compostela

Fecha de defensa: 23 de marzo de 2015

Tribunal:
  1. Ramón Máiz Suárez Presidente
  2. Joaquín Miguel Valdivielso Navarro Secretario/a
  3. Viriato Soromenho-Marques Vogal
  4. Francisco Garrido Peña Vogal
  5. Alicia H. Puleo García Vogal
Departamento:
  1. Departamento de Filosofía e Antropoloxía

Tipo: Tese

Resumo

Democracia y ciudadanía: Aportaciones desde una Ecología Política reconstruida. En la tesis se trabajará, en primer lugar, con el concepto de ciudadanía ecológica. Se introducirán las nociones más comunes y se compararán con otros modelos. El objetivo es desvincular la idea, comúnmente aceptada, de que tenemos derechos por ser ciudadanos de algún país y trabajar hacia la idea de que tenemos derechos por ser seres humanos, es decir, ciudadanos de la Tierra. La desvinculación del concepto de ciudadanía con el Estado-nación no significa un menor respeto por las minorías étnicas, culturales, religiosas o lingüísticas sino todo lo contrario; en otras palabras, una mayor aproximación de dichas minorías, y también de las mayorías, a un concepto que borre barreras y acepte las responsabilidades individuales y colectivas en la defensa del planeta. En segundo lugar, se trabajará en busca del mejor modelo para dar vida a la ciudadanía ecológica. La intención es demostrar que ningún tipo de autoritarismo es viable en la consecución de la misma; una vez probado esto comentar los distintos tipos de democracia (representativa, inclusiva, deliberativa, participativa) y buscar la mejor, o las mejores, para la práctica ciudadana antes mencionada. El objetivo es demostrar que cada uno de los modelos democráticos tiene que funcionar en conjunto a través de un sistema de equilibrios que permita prácticas ecológicas y sostenibles y, por encima de todo, prácticas elegidas, por medio de la deliberación, por los afectados, es decir, por los ciudadanos y ciudadanas. En tercer lugar, tomar el federalismo como el mejor modelo institucional para aplicar la ciudadanía ecológica en paralelo con el estilo democrático elegido. El principio de subsidiariedad como base para un nuevo federalismo más descentralizado que permita introducir al sistema, poco a poco, el decrecimiento como modelo económico adecuado para la superación de las distintas crisis que azotan en la actualidad a la mayoría de la población mundial.