La consanguinidad en dinastias reales europeas de la Edad Moderna

  1. Camiña Ceballos, Francisco
Dirixida por:
  1. Gonzalo Álvarez Jurado Director

Universidade de defensa: Universidade de Santiago de Compostela

Fecha de defensa: 04 de outubro de 2013

Tribunal:
  1. Laura Sánchez Piñón Presidenta
  2. Antonio Salas Ellacuriaga Secretario
  3. Rafael Lozano Ruiz Vogal
  4. José Ignacio Cubero Salmerón Vogal
  5. Aurora García-Dorado García Vogal
Departamento:
  1. Departamento de Zooloxía, Xenética e Antropoloxía Física

Tipo: Tese

Teseo: 348846 DIALNET

Resumo

La consanguinidad, unión entre dos parientes, ha estado muy presente desde las primeras etapas de la evolución humana. Incluso hoy en día los matrimonies consanguíneos y sus descendientes suponen aproximadamente el 10,4% de la población mundial. Los efectos de esta consanguinidad en las poblaciones humanas son claros: los descendientes de las uniones consanguíneas tienen una elevada probabilidad de padecer enfermedades mendelianas recesivas, enfermedades complejas de naturaleza multifactorial y de sufrir una mayor mortalidad infantil, lo que en genética se denomina depresión consanguínea en supervivencia pre-reproductiva. Hasta ahora no se tenían datos que permitiesen analizar los efectos de la alta consanguinidad en las poblaciones humanas a lo largo de un period dilatado de tiempo , sin embargo, las dinastías reales europeas de la Edad Moderna se muestran como perfectos laboratorios de consanguinidad humana debido principalmente a la alta consanguinidad que padecieron, la gran cantidad de datos demográficos disponibles en la genealogía, las condiciones tan estables en las que vivieron a lo largo de casi 400 años, así como de la posibilidad de estudiar como evolucionaron los efectos de dicha consanguinidad en ese periodo tan dilatado de tiempo. Las dinastías elegidas para esta primera aproximación son los Habsburgo (1506 ¿ 1740), con sus dos linajes: los Habsburgo españoles (1516 ¿ 1700) y austriacos (1555 ¿ 1740), así como los dos linajes principales de la dinastía Capeto: los Valois (1328 ¿ 1589) y los Borbones (1589 ¿ 1800). La gran cantidad de información genealógica disponible de los distintos linajes nobles y dinastías reales europeas ha permitido crear una base de datos, que actualmente cuenta con más de 5.000 individuos a lo largo de 20 generaciones, necesaria para el cálculo de los coeficientes de consanguinidad de los individuos utilizados en el análisis. Las coascendencias medias de los Habsburgo y Capetos fueron de 0,068 y 0,035 respectivamente. El rey con el coeficiente de consanguinidad mas alto fue Carlos II de Habsburgo (F=0,0254), la pareja con el coeficiente de coascendencia mas elevado fue la formada por el Emperador Leopoldo I y Margarita de España (F=0,305). Gracias también a la abundante información demográfica disponible en la bibliografía de las distintas dinastías reales se pudo determiner las magnitudes de la depresión consanguínea para supervivencia pre-reproductiva en los Habsburgo y los linajes Capeto (3,94 y 5,51 respectivamente). En estas dinastías, tambien se detectó una fuerte depresión consanguiniea para supervivencia infantil y pre-juvenil (0 a 1 años y 1 a 10 años respectivamente). Estos resultados indican que en estas dinastías un enlace entre primos hermanos supuso un efecto adverso en la supervivencia hasta los 10 años del 13,5% y 23,7% para los Habsburgo y Capetos respectivamente. De esta manera se pudo comprobar genéticamente cómo la consanguinidad jugó un rol muy importante en la desaparición del linaje español de los Habsburgo cuando fallece su ultimo representante, Carlos II ¿el Hechizado¿ en 1700 sin dejar heredero al trono. Esta depresión consanguínea en supervivencia pre-reproductiva también se encontró en el linaje austriaco de los Habsburgo así como en los Valois y Borbones. Incluso, se ha podido analizar como la depresión consanguínea cambio a lo largo del periodo de estudio permitiendo inferir ideas acerca de la estructura genética de la supervivencia pre-reproductiva, carácter de la eficacia biológica, en las dinastías reales estudiadas. De esta manera se encontró una evidencia del purgado del lastre consanguíneo en la supervivencia pre-juvenil de los infantes Habsburgo (una disminución del lastre consanguíneo pasando de 3,98±0,87, en el periodo 1450-1600, a un lastre de 0,93±0,62 en el periodo 1600-1800) y en la supervivencia infantil de los infantes Capetos (una disminución del lastre consanguíneo pasando de 7,33±1,55, en el linaje Valois, a un lastre de 3,26±1,21 en el linaje Borbon).