Detección de ARN-VHC en saliva de pacientes infectados con VIH y Hepatitis C crónicapatrones de aclaramiento viral tras la administración de interferón pegilado y ribavirina

  1. Eirea Arcos, Miriam
Dirixida por:
  1. Pedro Diz Dios Director
  2. Jacobo Limeres Posse Director
  3. Javier Fernández Feijoo Director

Universidade de defensa: Universidade de Santiago de Compostela

Fecha de defensa: 12 de abril de 2013

Tribunal:
  1. Juan Manuel Seoane Lestón Presidente
  2. Juan Suárez Quintanilla Secretario
  3. Antonio Ocampo Hermida Vogal
  4. María Consuelo Cousido González Vogal
  5. María Pía López Jornet Vogal
Departamento:
  1. Departamento de Cirurxía e Especialidades Médico-Cirúrxicas

Tipo: Tese

Resumo

Fundamento El diagnóstico de hepatitis crónica por VHC en pacientes sin factores identificables de riesgo parenteral, permite especular sobre la existencia de otras vías de transmisión. Aplicando técnicas de biología molecular se ha demostrado la presencia de ARN-VHC en muestras de saliva de estos pacientes, por lo que se ha sugerido que este fluido podría constituir un vehículo potencial de infección. En los pacientes monoinfectados por el VHC se ha descrito un único factor predictor de la presencia del VHC en saliva, que es la carga viral en sangre. La replicación del VHC se incrementa en presencia del VIH, lo que se traduce en mayores niveles de ARN-VHC en el hígado y el suero de los pacientes coinfectados. Hasta la fecha, muy pocos autores han investigado la presencia del VHC en la saliva de los pacientes coinfectados y en este colectivo se desconoce el patrón de aclaramiento salival del virus en respuesta al tratamiento con interferón-ribavirina. Objetivos Analizar la prevalencia de partículas ARN-VHC en saliva de pacientes coinfectados VIH-VHC, determinar los factores que condicionan su presencia, y estudiar los patrones de aclaramiento viral en sangre y en saliva tras la administración de interferón pegilado y ribavirina. Pacientes y métodos Se diseñaron dos estudios, uno transversal de prevalencia y otro longitudinal de aclaramiento. En el de prevalencia, participaron 150 pacientes con hepatitis C crónica, 75 coinfectados con VIH y 75 VIH negativos; después de registrar sus variables demográficas, clínicas y analíticas, a todos se les tomó una única muestra de saliva estimulada. En el de aclaramiento, se incluyeron 60 pacientes VIH+ con hepatitis crónica por VHC, seleccionados para recibir terapia combinada con interferón pegilado y ribavirina; después de registrar sus variables demográficas, clínicas y analíticas, a todos se les tomaron muestras de sangre y saliva al iniciar el tratamiento (basal), al finalizarlo, a los 6 meses post-tratamiento y en un seguimiento ulterior a los 12 meses post-tratamiento; en los pacientes que completaron el seguimiento, a los 5 años de la finalización del tratamiento se hizo un nuevo control serológico para comprobar la presencia del VHC. Para detectar ARN-VHC en las muestras de saliva se utilizó una técnica de RT-PCR anidada previamente validada. Resultados Se detectaron partículas ARN-VHC en la saliva del 65% de los pacientes coinfectados frente al 52% de los controles monoinfectados; la presencia del VHC en saliva se relacionó con la carga viral en sangre (p<0,001) y con determinados genotipos virales como el 3 (p< 0,001) en los pacientes monoinfectados, pero no en los coinfectados. El estudio de aclaramiento viral se completó en 34 pacientes; la tasa de respuesta en sangre al finalizar el tratamiento fue del 79,4%, la de respuesta sostenida a los 6 meses descendió al 55,8%, a los 12 meses de finalizar el tratamiento se detectaron 2 recidivas (50% de los pacientes mantuvieron criterios de respuesta favorable) y a los 5 años se estimó que el 56,6% de los pacientes mantenían una respuesta viral favorable a largo plazo. Al finalizar la terapia el virus estaba presente en las muestras salivales de 13 pacientes (38,2%), mientras que a los 6 y 12 meses de seguimiento se detectó ARN viral en el 52,9% de las muestras salivales recogidas (18 pacientes). La detección del VHC en saliva basal no permitió predecir la respuesta al tratamiento con interferón-ribavirina en términos de aclaramiento viral en sangre. Al analizar la concordancia en los patrones de aclaramiento del VHC en sangre y en saliva en términos de presencia/ausencia de ARN-VHC detectable, observamos que ésta aumentaba progresivamente a los largo del tiempo, alcanzando su máximo valor en el control analítico efectuado 12 meses después de finalizar el tratamiento (OR= 112,51). Conclusiones La prevalencia de ARN-VHC en muestras salivales de pacientes coinfectados VIH-VHC fue similar a la detectada en los monoinfectados VHC. No se identificó ningún factor demográfico, clínico ni analítico, que condicionara la presencia del VHC en la saliva de los pacientes coinfectados, ni en la determinación basal ni en las efectuadas después de recibir tratamiento con interferón-ribavirina. La concordancia entre sangre y saliva en términos de presencia/ausencia de VHC detectable aumenta progresivamente en los meses posteriores a la finalización del tratamiento, confirmando que el aclaramiento viral puede ser más lento en saliva que en sangre.