Morfología y sistemática del lobo ibérico (Canis lupus L )

Resumo

El lobo de la Península Ibérica fue descrito por Á. Cabrera como una subespecie diferenciada, Canis lupus signatus. La validez de esta subespecie ha sido cuestionada desde un principio y, en general, no es aceptada como tal fuera de la Península Ibérica. En el presente trabajo hemos estudiado la variabilidad morfológica del lobo en Europa y sus implicaciones taxonómicas. Para ello se han revisado cráneos de lobo de diferentes áreas geográficas de Europa y se ha estudiado el crecimiento, el dimorfismo sexual y la variabilidad geográfica de los caracteres craneales. También se han estudiado medidas somatométricas y pieles de diferentes procedencias euroasiáticas. En el estudio craneométrico se ha utilizado morfometría tradicional y geométrica, además de rasgos cualitativos. Los resultados indican que el recambio de la dentición decidua en el lobo tiene lugar entre el quinto y séptimo mes de vida. La talla craneal se estabiliza alrededor del año de vida, al mismo tiempo que concluyen otros procesos del desarrollo del cráneo. También las medidas externas comienzan a estabilizarse a partir de los doce meses. Podemos concluir que en esta edad termina la etapa de rápido crecimiento juvenil; la talla continúa aumentando, no obstante, aunque a un ritmo más lento. Los mayores cambios morfológicos del cráneo durante el crecimiento están relacionados con el desarrollo de la dentadura y la musculatura relacionada con la masticación. La variabilidad de los rasgos craneales en Europa muestra una estructura poblacional caracterizada por la singularidad de la población italiana y la similitud de las poblaciones del centro-este. La talla craneal y corporal disminuye, en general, con la latitud, aunque no se ha hallado un patrón claro. La población europea más diferenciada es la italiana. El lobo ibérico presenta una talla craneal y corporal similar a la del lobo centroeuropeo, pero con una morfología craneal característica. La población ibérica es heterogénea, probablemente por influencia de las dinámicas migratorias impuestas por las glaciaciones del Cuaternario. Dentro de esta variabilidad, llaman la atención los peculiares rasgos craneométricos de las subpoblaciones Burgos y Sierra Morena. El pelaje de los lobos europeos presenta una tendencia común y diferenciada de la mayoría de las poblaciones asiáticas. Se caracteriza por la presencia de tonos ocres y leonados, diseño negro complejo y aspecto contrastado. Las poblaciones de las penínsulas Ibérica e Itálica representan un extremo de esta tendencia. En función de estos resultados, creemos conveniente considerar a la población noroccidental de la Península Ibérica como una subespecie diferenciada de la subespecie nominal, de modo que quede patente su singularidad morfológica. También creemos necesario asignarle una denominación nueva, pues las características que definen a esta población no se ajustan a la descripción hecha por Cabrera para Canis lupus signatus. Se propone, por ello, la denominación Canis lupus gallaicus subsp. nov.