Indicadores de sostenibilidad para el desarrollo ruralactitud y perspectivas de los agricultores

  1. CARDIN PEDROSA, MARTA
Dirixida por:
  1. Carlos José Álvarez López Director

Universidade de defensa: Universidade de Santiago de Compostela

Fecha de defensa: 17 de setembro de 2010

Tribunal:
  1. José Luis Marco Gutiérrez Presidente/a
  2. Xan Xosé Neira Seijo Secretario
  3. M. Pilar de la Cruz Vogal
  4. Fabienne Wateau Vogal
  5. María Dolores Domínguez García Vogal

Tipo: Tese

Resumo

Partiendo de una recopilación exhaustiva de información sobre las políticas y normativas que regulan el desarrollo rural y agrario en el momento actual, así como sobre el estado del arte en la formulación de indicadores, el objetivo principal de esta Tesis es introducir variables sociales (tales como actitud, conocimientos, situación personal, opiniones ante el futuro o ante los cambios, etc), y no sólo ambientales y económicas, en la implementación de políticas de desarrollo rural sostenible, pues en muchos casos serán estos factores los que determinen el éxito o fracaso de las iniciativas a poner en marcha. En primer lugar se presentan los resultados del trabajo realizado en la cooperativa agraria y de servicios ICOS, en el que se estudiaba la calidad de vida de las mujeres agricultoras, tratando de identificar aquellos aspectos que la determinan, así como las aportaciones que la cooperativa hacía a sus socias en este sentido, para finalmente hacer una propuesta de posibles acciones de apoyo. A continuación se describe el trabajo realizado para la generación del Modelo de Ordenación Productiva Agraria en 22 comarcas de Galicia, diseñado como herramienta para la ayuda en la toma de decisiones en la planificación rural. El modelo desarrolla cuatro procedimientos que a través del uso de 44 indicadores de sostenibilidad (sociales, ambientales y económicos), permiten seleccionar los cultivos y aprovechamientos más adecuados para cada ámbito territorial; así como identificar los factores clave para la realización de un diagnóstico y propuestas de actuación. A partir de los datos obtenidos de 4.384 encuestas realizadas a titulares de explotaciones agropecuarias de estas 22 comarcas de Galicia, se realiza a continuación una clasificación de los productores agrarios en tres grupos diferenciados, según su actitud y aptitud para la gestión de su explotación. Para efectuar esta clasificación se seleccionan tres indicadores sociales: edad, formación agraria e índice de productividad, que han demostrado una adecuada sensibilidad a los cambios, tanto temporales como territoriales: ofrecen una imagen de la estructura actual del sector, y ayudan a interpretar sus transformaciones recientes. Esta metodología permite gestionar la información de una forma más sencilla y eficiente: la agrupación para su estudio de individuos de similares características en cuanto a su dinamismo, sus expectativas y su actitud ante el futuro, pero sobre todo su predisposición al cambio y a la innovación, permitirá desarrollar iniciativas específicas para cada tipología de explotación y para cada área de actuación, pues siguiendo las directrices de las actuales políticas de desarrollo rural, las acciones deben ser adaptadas a la realidad de cada territorio, para aprovechar sus oportunidades y fortalezas propias. En resumidas cuentas, conocer esta predisposición o tendencia de los productores de una determinada zona nos ayudará a prever sus expectativas de futuro y a elegir razonadamente aquellas medidas que serán de más fácil y exitosa aplicación. Otra aportación novedosa del presente trabajo es la escala de aplicación de los indicadores: los indicadores establecidos se pueden medir y aplicar a escalas incluso menores que la municipal, y de un modo relativamente sencillo. Además, los datos necesarios para la medición de los indicadores se pueden generar con un coste relativamente bajo, y se pueden localizar espacialmente con facilidad. Pero a la vez debemos hacer una prevención ante la utilización de los indicadores: es importante tener en cuenta que son tan sólo herramientas para ayudar a disminuir la complejidad de la realidad, pero son instrumentos inútiles por sí solos. Es absolutamente imprescindible entenderlos en su contexto, pues son de aplicación a escala local: para su adecuada interpretación es necesario un conocimiento real del área de estudio. Por último, debemos destacar que, ya que los indicadores condensan la información y simplifican la aproximación a procesos complejos, serán un instrumento muy útil para la comunicación: el desarrollo de esta metodología podrá enriquecer el proceso de toma de decisiones con la incorporación de variables sociales y criterios de participación pública para las áreas rurales. A partir del conocimiento contrastado de la situación actual y sus posibilidades y tendencias de evolución, la Administración podría modular subvenciones, aplicar políticas determinadas, etc., es decir, aprovecharse de un conocimiento directo de la realidad, aportado por indicadores formulados y validados para situaciones específicas. Asimismo, el procedimiento podría servir para modelar y evaluar de un modo operativo los efectos de las actuaciones finalmente implementadas.