Ecosistemas forestales quemadosdinámica del nitrógeno y de la biomasa microbiana edáficos

  1. PRIETO FERNANDEZ M. ANGELES
Dirixida por:
  1. María José Acea Escrich Director
  2. Modesto A. Carballas Fernández Director

Universidade de defensa: Universidade de Santiago de Compostela

Ano de defensa: 1996

Tribunal:
  1. María Tarsy Carballas Fernández Presidente/a
  2. Ana María Cabaneiro Albaladejo Secretario/a
  3. Francisco Díaz-Fierros Viqueira Vogal
  4. Felipe Macías Vázquez Vogal
  5. Manuel Joaquín Garrido Vázquez Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 58560 DIALNET

Resumo

El trabajo realizado se centra en el estudio de los efectos, a corto, medio y largo plazo de los incendios de alta intensidad sobre diversos parámetros relativos a la composición del N y a la biomasa microbiana del suelo. El quemado del suelo eleva la cantidad de N inorgánico, pese a lo cual la mayor parte del N del suelo permanece en formas orgánicas que se alteran e incrementan su resistencia a la hidrólisis. Los cambios mas importantes en la distribución del N orgánico edáfico son un aumento del N amoniacal, sobre todo del mas resistente a al hidrólisis y una reducción del N aminoglucídico, alfa-aminoacidico y N hidrolizable no identificado, principalmente de las fracciones más lábiles. La alteración del n edáfico es mas intensa cuanto mayor es la temperatura de quemado y permanece en la mayoría de casos durante uno o dos años después del incendio. Los incendios forestales elevan la cantidad de N y C extraibles con K2SO4 0,5 m; en el caso del N el efecto positivo permanece durante al menos un año; Sin embargo, el C extraible generado por el quemado disminuye rápidamente. El calentamiento del suelo reduce el N y C microbianos hasta niveles indetectables y no se produce su recuperación durante al menos dos años después del incendio. En los suelos no quemados el promedio de N mineralizado después de diez semanas de incubación fue de unos 8 mg N 100 G-1 suelo y el porcentaje de mineralización medio fue de 1,4% del N orgánico. Inmediatamente después del quemado aumento o no vario la mineralización de N y en los meses posteriores disminuyo hasta alcanzar en algunos casos valores inferiores a los del suelo no quemado. En algunos suelos se aprecio un efecto negativo del quemado a los cinco y diez años después del incendio. Las cinéticas de mineralización de los suelos quemados y no quemados se ajustaron a una ecuación de orden uno.