Análisis metodológico del diseño de bodegas de Rioja
- Gómez Garrido, Javier
- Francisco Ayuga Téllez Director
- Miguel López Alonso Director
Universidade de defensa: Universidad de La Rioja
Fecha de defensa: 06 de marzo de 2009
- Pedro José Aguado Rodríguez Presidente/a
- Alfredo Altuzarra Casas Secretario/a
- Ana Isabel García García Vogal
- Manuel Guaita Fernández Vogal
- José Miguel Peña Navaridas Vogal
Tipo: Tese
Resumo
El Patrimonio Arquitectónico Industrial que han ido dejando las bodegas a lo largo del tiempo en Rioja es notable. La interpretación de su diseño en planta, está vinculada a los métodos de producción, la evolución tecnológica y las edificaciones. Debido a que las bodegas son industrias que tienen una gran vida productiva, muchas plantas se han ido adaptando y ampliando a lo largo de los siglos, y lo han ido realizando de una forma más o menos ordenada. La complejidad del diseño en planta de bodegas nace ante todo de su variedad. El sector enológico es amplio y variado, abarca un amplio número de ciencias y tecnologías. Pero no solo son complejos por la variedad de contenido, sino por el volumen de trabajo que puede suponer su realización; por el tamaño de la inversión que representan; por el tiempo necesario para su completa ejecución y por las responsabilidades de todo tipo que pueden arrastrar. La irreversibilidad es una característica importante de los proyectos. El diseño en planta marcará en una parte muy importante el resultado final de cualquier proyecto. El diseño de bodegas ha de conjugar factores humanos, productivos, tecnológicos, organolépticos, y un equilibrio entre recursos, muchas veces marcados por las fechas de entrega de las plantas de proceso con una clara temporalidad reinante: La Vendimia. Además en el caso de bodegas, excepcionalmente también se ha de conjugar, según los condicionantes del proyecto un factor puramente arquitectónico diferenciándolo de una necesidad constructiva más propia del punto de vista ingenieril. El diseño de bodegas se encuentra influenciado por una serie de factores que toman importancia relevante y que no lo harían en cualquier otro sector agroindustrial. El sector ha mantenimiento tendencias de épocas anteriores. Otro factor que condiciona el diseño es la introducción de técnicas de elaboración y tendencias enológicas, muchas veces de difícil justificación a nivel de costes de producción y amortización y difícilmente mesurable en el producto final. La tendencia enológica más importante que ha afectado al diseño de bodegas ha sido la introducción de la uva por gravedad. Algunas veces no se ha entendido esta tendencia como el aprovechamiento de sus grandes ventajas. También se han realizado implementaciones del proceso productivo que han dado lugar a sistemas rígidos de movimiento de pasta y excesivamente caros en su implantación y explotación. El vino de Rioja, es un producto con bastante valor añadido, lo que unido a la buena salud de la economía riojana y española de la última década ha permitido la realización de grandes inversiones por grupos bodegueros e inversores privados. Todo esto ha hecho que arquitectos de diferente renombre y valía participasen en el diseño de bodegas, introduciendo un factor de diseño que condiciona el proceso industrial como era el diseño arquitectónico. Unas veces complementándolo perfectamente, otras veces creando una clara interferencia en el proceso de difícil solución. Ha habido actuaciones que han sido un grandioso éxito y otras que no han sido capaces más que de marcar una pretendida tendencia arquitectónica en un momento determinado. El enoturismo está en auge y según el tipo de bodega es importante tener estas nuevas áreas en cuenta en la Matriz Relacional de Actividades a la hora de diseñar. Conclusiones No hay un criterio de diseño general para las bodegas de Rioja. Son industrias duraderas en el tiempo y se adaptan a la tecnología de la época, al realizar ampliaciones que modifican su diseño en planta y se ven influenciadas por las tipologías constructivas de la época concreta. La propiedad industrial es muy heterogénea. La realización de implementaciones del proceso productivo han dado lugar a sistemas rígidos de movimiento de pasta y excesivamente caros en su implantación y explotación, más espectaculares que prácticos, sin entender la entrada de uva por gravedad. Los barrios de bodegas no se utilizan para la implantación de nuevas industrias, se mantienen las que están pero realizando una readaptación a la normativa vigente o utilizándose para otros usos como puede ser merendero. Las cooperativas aunque tengan todas las actividades productivas como elaboración, almacenamiento, crianza y embotellado centran su actividad en la elaboración. Se encuentran más cercanas a un diseño industrial clásico que el resto de las bodegas al marcar su diseño características tan previsibles como la producción, la funcionalidad y la tecnología disponible, lejos de ciertas modas enológicas impuestas por enólogos o propietarios. El tamaño de las bodegas diseñadas con criterios enoturísticos es muy diverso en cuanto a su producción y la naturaleza de la propiedad. La finalidad es generar ingresos con las visitas y su integración en los recorridos turísticos, además de una buena forma de fidelización de clientes. Son más caras que bodegas diseñadas con criterios industriales. Hay bodegas diseñadas con estos criterios que no están concebidas como buenos centros productores de vino y además no han conseguido el efecto deseado. La zona social tiene un carácter muy variable en función del tipo de bodega que se está analizando. El tamaño de las bodegas está vinculado a la producción de forma directamente proporcional y además está vinculado con el parque de barricas. Es una conclusión nos hace reflexionar sobre la superficie que necesita una bodega acogida a un reglamento como el que marca el Consejo Regulador de la D.O.Ca. para sacar sus vinos de crianza, reserva y gran reserva frente a otras zonas productoras donde se utilizan chips combinados con microoxigenación, se elabora con depósitos aislados en el exterior, no hay líneas de embotellado, no hay almacenes de producto final al trabajar con empresas de almacenamiento y distribución logística. Estas bodegas tienen menores costes de producción y de amortización. Las bodegas utilizan las zonas de proceso como zonas de paso. Aunque es una buena medida de diseño, pocas bodegas poseen una zona de paso o están desarrolladas a lo largo de un eje, bien sea imaginario o marcado mediante una zona de paso y una galería de instalaciones, incluso un eje a lo largo del cual se van desarrollando todas las áreas funcionales. Los sistemas de recepción y selección son muy variables y son los que han marcado las tendencias en el diseño de bodegas de la última década. Los sistemas de apilado y manejo de barricas han evolucionado mucho, por lo que se proponen bodegas con diseños muy flexibles para admitir cambios tecnológicos en planta dentro de unas décadas cuando avance la tecnología alejándonos de edificaciones rígidas impuestas por los pilares, saneamiento, alturas limitadas y ventilación en zonas de proceso. El modelo de bodegas subterráneas no está vinculado al control del proceso, que puede ser controlado de igual manera con sistema de ventilación, apoyo de climatización y aislamiento, y sí más bien a un efecto de imagen de otras épocas, puede generar problemas a medio plazo de humedades, tiene mayores costes de ejecución y es una solución mucho menos flexible. Hay una tendencia hacia la implantación del enoturismo y circuitos turísticos en bodegas. Se deben conjugar los factores que son realmente importantes en el diseño industrial como son los relativos a la optimización de recursos y factores que complementen las tendencias enoturísticas. Rioja se encuentra a la cabeza en desarrollos tecnológicos y desarrollos arquitectónicos en bodegas a nivel mundial.