Las facetas de los big five y la predicción del desempeño

  1. Choragwicka Majstrowicz, Beata
Dirixida por:
  1. Jesús Salgado Velo Director

Universidade de defensa: Universidade de Santiago de Compostela

Fecha de defensa: 08 de outubro de 2010

Tribunal:
  1. Jorge Sobral Fernández Presidente
  2. Silvia Moscoso Ruibal Secretaria
  3. María del Carmen Tabernero Urbieta Vogal
  4. Ute R. Hülsheger Vogal
  5. David López Palenzuela Vogal
Departamento:
  1. Departamento de Ciencia Política e Socioloxía

Tipo: Tese

Resumo

Introducción Hasta el presente se ha demostrado que los factores de personalidad predicen determinados criterios organizacionales, en algunos casos con los tamaños de validez modestos (véase Hurtz y Donovan, 2000; Salgado 1997) si bien en otros con tamaños de validez importantes, (Salgado, 2003a, 2003b). Dado esta evidencia, algunos autores han planteado que las facetas o los rasgos más específicos pueden ser mejores predictores que los factores, ganado esta problemática en la literatura científica la denominación del dilema amplitud-fidelidad. Al respecto hay diversidad de opiniones y existen varios estudios que parecen apoyar unas u otras posiciones dentro del debate, por lo que la cuestión permanece sin resolverse. Además, todos los estudios llevados a cabo hasta el presente tienen dos limitaciones importantes: (a) no usaban una taxonomía de facetas y (b) los métodos analíticos utilizados han sido erróneos. Objetivo El objetivo de la tesis era comprobar si los factores son mejores predictores que las facetas (o viceversa), y si la amplitud del criterio a predecir influye en estas capacidades predictivas. Para correctamente responder a la cuestión planteada, (a) las facetas fueron identificadas mediante el análisis factorial y (b) se emplearon las técnicas analíticas adecuadas. Además, para responder de forma definitiva a las cuestiones relacionadas con el dilema amplitud-fidelidad, (c) se utilizaron los criterios de diferente amplitud, ya que varios autores (Hogan y Roberts, 1996; Schneider, Hough, y Dunnette, 1996) sugirieron que los factores serían mejores predictores de los criterios amplios y las facetas de los criterios más específicos. Los criterios a predecir fueron relacionados con el desempeño académico, un concepto que está ganando importancia en el ámbito de psicología de trabajo (Schmitt et al., 2009). Se utilizaron tres distintas medidas del criterio del desempeño académico, que además tienen amplitud diferente: (1) Las calificaciones académicas, que de forma más completa reflejan todo el esfuerzo del alumno para superar exitosamente los exámenes u otras exigencias formales de la carrera. En este sentido, la nota media en el ámbito educativo se aproxima a las valoraciones del desempeño en el ámbito de las empresas. Dos indicadores utilizados fueron: la nota media académica del primer año estandarizada acorde con la media de la carrera (GPA-I) y la nota media académica del primer año estandarizada acorde con la media de la Universidad (GPA-U). (2) Las conductas desviadas académicas (DEV). Lucas y Friedrich (2005) afirmaron que si se conceptúa el rol de estudiante como un tipo de trabajo, las conductas desviadas en el ámbito académico podrían entenderse como un tipo de conductas desviadas organizacionales. En este sentido serían una faceta del desempeño académico general. (3) Las medidas específicas (narrow measures) del desempeño académico (GCT). Este tipo de medidas se basan en una conducta puntual y miden desempeño académico en una situación concreta, por lo que son el criterio más específico de los tres utilizados. Así pues, tuvimos tres tipos de criterios con medidas independientes, y se utilizaron diferentes métodos (calificaciones, conductas y cuestionarios), de los que unos eran más amplios, y otros más específicos. Todo esto permitió cumplir con el objetivo de poder sacar conclusiones sobre si los factores superan a las facetas como predictores, y de averiguar si las propiedades predictivas de ambos varían dependiendo de la amplitud del criterio a predecir. Las hipótesis a verificar fueron: H1. De entre todos los factores de personalidad solo el factor de Conciencia muestra una relación positiva con las calificaciones académicas. H2. Existe una relación positiva de las facetas de Conciencia con las calificaciones académicas. H3. Existe una relación del factor de Conciencia con las calificaciones académicas, superior a la relación de las facetas de Conciencia con las calificaciones académicas. H4. Las facetas de Conciencia no añaden la validez a la del factor para predecir las calificaciones académicas. H5. Existe una relación negativa de los factores de Conciencia, Amigabilidad y Estabilidad Emocional con las conductas desviadas académicas. H6. Existe una relación negativa de las facetas de Conciencia, Amigabilidad y Estabilidad Emocional con las conductas desviadas académicas. H7. Existe una relación positiva del factor de Extraversión y las conductas desviadas académicas. H8. Existe una relación positiva de las facetas de Extraversión con las conductas desviadas académicas. H9. Existe una relación de los factores de Conciencia, Amigabilidad, Estabilidad Emocional y Extraversión con las conductas desviadas académicas, superior al valor absoluto de la relación de facetas correspondientes a estos factores con el mismo criterio. H10. Las facetas de Conciencia, Amigabilidad, Estabilidad Emocional y Extraversión no añaden validez a la de los factores correspondientes para predecir las conductas desviadas académicas. H11. De entre todos los factores de personalidad, solo los factores de Conciencia y de Estabilidad Emocional muestran una relación positiva con las medidas específicas del desempeño académico. H12. Existe una relación positiva de las facetas de Conciencia y de las facetas de Estabilidad Emocional con las medidas específicas del desempeño académico. H13. Existe una relación del factor de Conciencia y del factor de Estabilidad Emocional con las medidas específicas del desempeño académico, superior a la relación de las facetas de Conciencia y de las facetas de Estabilidad Emocional con el mismo criterio. H14. Las facetas de Conciencia y de Estabilidad Emocional no añaden validez a la de los factores para predecir las medidas específicas del desempeño académico. Resultados Los resultados más significativos se encontraron para el factor de Conciencia. La superioridad predictiva del factor fue confirmada para todos los criterios utilizados en nuestro estudio. También las hipótesis relacionadas con la falta de un significativo incremento en la validez predictiva utilizando las facetas (además de los factores) fueron confirmadas. Este hallazgo es de particular relevancia debido a que el factor de Conciencia fue el único factor que resultó predecir a todos los criterios de forma significativa. En general, hemos encontrado que la validez añadida de las facetas a través de los criterios y a través de los cinco factores de personalidad fue muy pequeña y varía desde 1,3% para el criterio GPA-I hasta 6% para el criterio de conductas desviadas académicas (DEV), alcanzando 4% de promedio. Discusión Presente tesis doctoral ha hecho una serie de importantes contribuciones a la psicología del trabajo y de las organizaciones y en concreto a la problemática del dilema amplitud-fidelidad. La conclusión general es que la no existe diferencia significativa en cuanto a la cantidad de varianza explicada utilizando sólo los factores o utilizando las facetas además de los factores. Basándonos únicamente los factores para la predicción del desempeño académico, se perdería un porcentaje muy pequeño de la varianza, en concreto 4%. No hemos encontrado el apoyo para esta posición dentro del debate amplitud-fidelidad que mantiene que las medidas estrechas de personalidad son mejores predictores de los criterios específicos, y que añaden varianza explicada a las medidas globales de personalidad para explicar las medidas globales del criterio (eg. Ashton, 1998; Christiansen, 2008; Paunonen, Rothstein, y Jackson, 1999; Tett y Christiansen, 2007; Tett, Steele, y Beauregard, 2003). De hecho, nuestros resultados demostraron lo contrario. En el caso del criterio más amplio utilizado en nuestro estudio, el GPA, hemos encontrado que aunque las facetas se relacionaron con el mismo de forma positiva y significativa, el factor fue mejor predictor, explicando entre tres y cinco veces más varianza que las facetas. Además, la validez añadida de las facetas a este factor fue mínima y varía de 1,3% para el GPA-I hasta 2,5% para el GPA-U. Al mismo tiempo, en el caso del criterio más específico, el GCT, las facetas de Conciencia y de Estabilidad Emocional resultaron ser predictores no significativos del mismo, cuando el factor de Conciencia mostró relación pequeña pero significativa con este criterio. Tampoco hemos encontrado el apoyo para aquella posición dentro del dilema amplitud-fidelidad que mantenía que debe haber una alineación entre predictores y criterios, de tal modo que los criterios amplios (globales) serán mejor predichos por las dimensiones globales y los criterios específicos por las subdimensiones o las facetas de personalidad (narrow measures) (p. ej., Hogan y Roberts, 1996; Moberg, 1998; Schneider et al., 1996). Hemos encontrado que los factores fueron los mejores predictores tanto del amplio criterio de la nota media académica, como de las medidas específicas del desempeño académico. Aunque es cierto que los resultados que conciernen el criterio de conductas desviadas académicas, el criterio de amplitud media en nuestro estudio, son algo complejas y difíciles de interpretar, en términos generales, las facetas no fueron necesarias para explicar los criterios del desempeño académico, independientemente de su amplitud. Nuestros resultados, con la excepción de los resultados hallados para el criterio de conductas académicas desviadas, apoyan no obstante esta posición dentro del debate amplitud-fidelidad que sostiene que las medidas amplias de personalidad predicen mejor los criterios amplios que las medidas estrechas de personalidad y, además, predicen igualmente bien los criterios específicos (narrow criteria) (p. ej., Chapman, 2007; Mount y Barrick, 1995; Ones y Viswesvaran, 1996). En definitiva, basándonos en los resultados de la presente tesis podemos ir incluso más allá y concluir que los factores no solo predicen los criterios específicos igual de bien que las facetas, sino que los predicen incluso mejor. Bibliografía Ashton, M. C. (1998). Personality and job performance: The importance of narrow traits. Journal of Organizational Behavior, 19(3), 289-303. Chapman, B. P. (2007). Bandwidth and fidelity on the NEO-Five Factor Inventory: replicability and reliability of Saucier's (1998) item cluster subcomponents. Journal of Personality Assessment, 88(2), 220-234. Christiansen, N. D. (2008). Further consideration of the use of narrow trait scales. Trabajo presentado en el 23th Annual Conference of the Society of Industrial and Organizational Psychology, San Francisco, CA. Hogan, J., y Roberts, B. W. (1996). Issues and non-issues in the fidelity-bandwidth trade-off. Journal of Organizational Behavior, 17(6), 627-637. Lucas, G. M., y Friedrich, J. (2005). 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