Caracterización biogeoquímica y edáfica de suelos de manglar en Venezuelaimplicaciones en el secuestro de carbono y metales traza

  1. Méndez Moreno, Adriana
Dirixida por:
  1. Felipe Macías Vázquez Co-director
  2. Xosé Luis Otero Pérez Co-director
  3. Williams Meléndez Co-director

Universidade de defensa: Universidade de Santiago de Compostela

Fecha de defensa: 05 de febreiro de 2016

Tribunal:
  1. Augusto Pérez Alberti Presidente
  2. Roque Ortiz Silla Secretario/a
  3. Rocío Millán Gómez Vogal
  4. María Teresa García González Vogal
  5. José Álvarez Rogel Vogal
Departamento:
  1. Departamento de Edafoloxía e Química Agrícola

Tipo: Tese

Resumo

Se llevó a cabo una caracterización y estudio biogeoquímico de suelos de manglar, colectados a diferentes profundidades en cuatro ambientes costeros en Venezuela (Laguna La Restinga, Laguna Las Marites, Litoral y Cayos de Morrocoy y Golfete de Cuare), ubicados en los Estados Falcón (Cuare) y Nueva Esparta (Isla de Margarita). Para este fin se plantearon los siguientes objetivos: i) Realizar una caracterización fisicoquímica de suelos tropicales en los que se desarrollan comunidades de manglar, ii) Determinar el contenido y distribución del C y la materia orgánica, y sus diferentes formas en los suelos, estimando su potencial como sumideros, iii) Evaluar el comportamiento de metales que cumplen funciones biológicas en los ecosistemas y especies de gran impacto ambiental por su toxicidad y efecto contaminante y iv) Estudiar la génesis y clasificación de los suelos de manglar y establecer propuestas de gestión ambiental que fomenten su preservación. El trabajo realizado implica el análisis de una serie de parámetros físicos y químicos que permiten caracterizar los suelos, tales como el pH, la capacidad de intercambio catiónico efectiva y la concentración total de P, S o N. Se determinó el C total de los suelos por combustión en seco a elevada temperatura (1000ºC) y el carbono orgánico del suelo a través de la oxidación de la materia orgánica con dicromato potásico así como la actividad microbiana mediante análisis respirométricos. Por su parte, la concentración de metales se determinó mediante métodos analíticos convencionales por vía húmeda (reacción frente a HNO3 y HCl), así como a través de extracciones secuenciales con diferentes reactivos químicos (p.ej. H2SO4, MgCl2) para identificar las principales formas en las que se presentan los elementos químicos en los suelos. En la parte superficial de los suelos (0-20 cm), las características más destacadas son dominio de las fracciones más finas (limo y arcilla), colores gris muy oscuro (2.5Y, 3/1 y marrón grisáceo muy oscuro: 2.5Y 3/2), característicos de horizontes con condiciones ácuicas, fuertemente reducidos y humedad elevada (85-95) %. Además, se caracterizan por un alto contenido de carbono orgánico (rango predominante: 20-30%). Se registran elevadas relaciones C/N (12-34), reflejando poca evolución en la materia orgánica presente. En los horizontes más profundos, los suelos una vez secos denotan una elevada acidez, la cual coincide con elevados contenidos de St (6%) y una escasa presencia de carbonatos. Destacan condiciones predominantemente subóxicas (Eh≤300 mV) con algunos horizontes profundos fuertemente reducidos (Eh≤0 mV). Los suelos de manglar almacenan en promedio, un total de 72±2 T C/ha que ponderado por la superficie de bosques, representa 0,071±0,002 Tg C. Se estima que alrededor de 25,5 kg/m2 de CO2 fue emitido a la atmosfera como resultado de la muerte de los bosques. Esto representa una tasa promedio de emisión de 31,9 t CO2/ha/año, en los 20 cm más superficiales, similar a la obtenida en bosques de manglares tropicales en Kenia y Belice, considerando la totalidad de horizontes en los diferentes perfiles de suelos utilizados. El contenido de: Al, Fe, Mg, Mn, Co, Cr, Cu, Ni, Zn, Pb, As y Hg, no superó los niveles base de contaminación en suelos establecidos en la literatura, lo cual los define como ecosistemas no contaminados en los elementos estudiados. En general, los metales no se encuentran biodisponibles sino en fases estables por lo que en sus condiciones actuales, no representan un problema de asimilación y toxicidad para las especies vegetales y animales que se benefician del ecosistema.