Nuevas perspectivas para el control del parasitismo intestinal de caballos en silvopastoreo

  1. Sánchez Gómez, Jesús Antonio
Dirixida por:
  1. Maria Sol Arias Vázquez Director
  2. Rita Sánchez-Andrade Fernández Director
  3. Adolfo Paz Silva Director

Universidade de defensa: Universidade de Santiago de Compostela

Fecha de defensa: 12 de abril de 2012

Tribunal:
  1. Francisco A. Rojo Vázquez Presidente/a
  2. María Aránzazu Meana Mañés Secretario/a
  3. Escolástico Aguilera Tejero Vogal
  4. Natividad Díez Baños Vogal
  5. Luis M. Madeira de Carvalho Vogal
Departamento:
  1. Departamento de Patoloxía Animal

Tipo: Tese

Resumo

El silvopastoreo es una práctica agroforestal basada en un sistema integrado en la producción ganadera y forestal. Se trata pues de un régimen sostenible que presenta grandes ventajas como el mantenimiento de la biodiversidad, protección del medio (calidad del agua, reducción de erosión del suelo), control de vegetación inadecuada con la consiguiente disminución de la necesidad del empleo de herbicidas (Sharrow, 1999) o incluso mejora de la estética paisajística de algunas áreas (McAdam, 2004). La finalidad de este sistema no es únicamente económica, aunando al beneficio de la producción de árboles de especies maderables los ingresos percibidos por la cría de animales en condiciones ecológicas; con el abandono de tierras otrora cultivadas, cada año aumenta la superficie de terreno descuidado, que favorece el crecimiento de matorral, sotobosque, caracterizados por su elevada combustibilidad. El mantenimiento de animales en fincas destinadas a la producción forestal facilita y asegura su alimentación. Este régimen de pastoreo continuo favorece la exposición a las formas infectivas de algunos patógenos, como por ejemplo ooquistes, cisticercoides, metacercarias o larvas, pese a que cabe considerar que su intensidad no sea elevada teniendo en cuenta que se trata de áreas muy extensas. El desarrollo de infecciones parasitarias en equinos en silvopastoreo supone una merma considerable en la productividad de este sistema agroforestal, puesto que disminuye la actividad de desbroce, los índices de fecundidad y los índices de conversión del alimento. Todo esto implica una reducción en los beneficios derivados de la producción animal. Con frecuencia se describe que el control de los parasitismos del ganado ha de sostenerse en la acción sobre los hospedadores definitivos (quimioterapia) y sobre las fases de vida libre o de resistencia. Resulta innegable que estos dos procedimientos difícilmente puedan aplicarse en los sistemas silvopastorales. Cualquier acción encaminada a reducir la presencia de fases infectivas de parásitos (rotación, roturación, control biológico con hongos) parece abocada al fracaso por la extensión en la que se mueven los animales. De otro lado, la administración de antihelmínticos en las presentaciones convencionales (oral, subcutánea, intramuscular) a individuos con total libertad de movimiento tampoco constituye un procedimiento que se espera exitoso. Todos estos condicionantes han llevado al diseño del presente trabajo orientado al análisis de la eficacia de la aplicación tópica (pour on) de ivermectina para la desparasitación de caballos en silvopastoreo. Con objeto de establecer qué parásitos han de controlarse en caballos en silvopastoreo, se desarrolló un PRIMER ENSAYO en el que se recogieron muestras de heces de 483 equinos autóctonos Pura Raza Galega (PRG) mantenidos en este régimen, y de un grupo de 72 PRG en estabulación. El diagnóstico parasitológico se realizó con las técnicas copromicroscópicas de flotación, sedimentación, migración larvaria y coprocultivos, y los resultados se analizaron en función de la edad y sexo de los animales. Sólo se observaron huevos de parásitos gastrointestinales nematodos y cestodos, mientras que no se encontraron formas de protozoos, trematodos ni parásitos broncopulmonares. Entre los gastrointestinales, se identificaron ascáridos (Parascaris equorum), estrongílidos y oxiúridos (Oxyuris equi). Mediante la realización de coprocultivos se reconocieron ejemplares de ciatostómidos (Cyathostomum y Gyalocephalus spp.) y de grandes estróngilos (Strongylus). En los caballos en silvopastoreo se obtuvieron las prevalencias más elevadas de parasitación, apreciándose que los equinos menores de 3 años tenían los mayores porcentajes de ascariosis, y los de más de 10 años la mayor prevalencia de estrongílidos. En relación con el sexo, las hembras resultaron más parasitadas. Estos resultados remarcan el riesgo más elevado de parasitación en los equinos en régimen de silvopastoreo, y que es necesario poner especial atención a los helmintos nematodos que se encuentran en el aparato digestivo. Las infecciones por ascáridos se han relacionado con alteraciones respiratorias y digestivas, debilidad, crecimiento disminuido, enteritis, e incluso obstrucción y peritonitis (ocasionalmente). Algunas estrongilosis cursan con lesiones en vasos sanguíneos, mucosa intestinal, pudiendo llegar a ser responsables de cólicos. El manejo en silvopastoreo podría ofrecer una oportunidad muy interesante para diversificar las producciones agroganaderas y con ello estimular el desarrollo económico de zonas del rural, pero resulta necesario asegurar un aprovechamiento forestal y ganadero adecuados. El rendimiento de explotaciones forestales no se percibe hasta transcurrido un periodo de 15-20 años (en función de la especie vegetal), de modo que la cría de ganado podría suponer un incentivo más regular, que además presentaría el incentivo de haberse obtenido en condiciones bajo la etiqueta ecológico. Resulta obvio que el control parasitario redundaría en un mayor rendimiento de estas explotaciones. Aunque la mayoría de los parasitismos gastrointestinales se diagnostican de forma rutinaria mediante técnicas coprológicas, que no siempre son útiles puesto que algunos parásitos no eliminan formas de propagación a través de las heces. Este es el caso de las miasis (del griego myia, mosca), infestaciones de animales domésticos y salvajes, así como del hombre, provocadas por larvas de moscas de diferentes especies, que al menos durante una fase de su desarrollo se alimentan de tejidos vivos o muertos, o del alimento ingerido por el hospedador. Las miasis de mayor importancia en équidos están ocasionadas por distintas especies de Gasterophilus, que permanecen adheridas a la pared o libres en la luz del tracto digestivo, desde la faringe hasta el recto. De las ocho especies existentes, G. intestinalis (mosca zumbadora común) es la más frecuente en la Península Ibérica y en diferentes países europeos. En el SEGUNDO EXPERIMENTO se planteó la evaluación de la respuesta inmunitaria humoral en caballos del Noroeste de España frente a antígenos de G. intestinalis, para determinar si los équidos en silvopastoreo padecían esta miasis; también se procedió a establecer la cronobiología de esta parasitación. Con periodicidad mensual, de enero de 2007 a 2008 se recogieron muestras de sangre de 2 grupos de equinos PRG. El primero estaba formado por adultos, y el segundo por potros nacidos en abril y sacrificados en octubre. Para la elaboración de los antígenos de excreción/secreción, se recogieron larvas 2 de estómagos de caballos sacrificados en un matadero local, que se incubaron en medio de cultivo líquido. El sobrenadante recogido se dializó y se empleó en un ELISA. El experimento se completó con la toma de datos climáticos, la observación del pelaje del animal para la identificación de huevos del parásito, y de las heces de los caballos con el propósito de visualizar larvas 3. Mediante la prueba inmunoenzimática se demostró la presencia de anticuerpos frente a Gasterophilus en los equinos PRG, lo que indica su exposición a este parásito. La cinética de la respuesta IgG descendió de enero a julio, obteniéndose un pequeño incremento de agosto a noviembre, momento en el cual los anticuerpos aumentaron de nuevo hasta enero. El hallazgo de larvas 3 entre marzo y mayo, y de huevos en el pelo de los equinos en los meses de junio a septiembre, llevó a concluir que en áreas de clima oceánico como el Noroeste de la Península Ibérica, el periodo de oviposición de las moscas de Gasterophilus transcurre desde el final de la primavera. Las larvas 1 se encuentran en la cavidad bucal a partir del verano, estación en la que las larvas 2 se dirigen al estómago e intestino, localizaciones en las que se convierten en larvas 3, que permanecen hasta el final del invierno. En este momento salen al exterior junto con las heces, pupan, y las moscas adultas emergen en primavera. Aunque las moscas adultas causan molestias a los caballos, sobre todo por el zumbido que emiten, y porque las larvas 1 pueden producir inflamación local en la cavidad bucal, el efecto patógeno más importante se debe a las larvas 2 y 3, las primeras por las lesiones que causan en su migración hasta llegar al estómago y las L3, en casos de infestaciones masivas, pudiendo provocar distintos problemas en función de la especie y de la intensidad de parasitación. La gasterofilosis se ha asociado con problemas de deglución, úlceras intestinales, obstrucciones o vólvulos intestinales, prolapso rectal, anemia, diarrea y otros trastornos digestivos. Su aparición suele relacionarse con la expoliación de nutrientes, inflamación en el punto de localización y acción tóxico-irritativa por liberación de productos de las larvas. En casos de elevadas infestaciones se han producido úlceras y ruptura de la pared del estómago, con la consiguiente supuración y peritonitis. Estas situaciones suelen cursar con reflujo gastroesofágico, provocado frecuentemente por la presencia de un elevado número de larvas en la ampolla duodenal que impiden el correcto tránsito del alimento. Las larvas inmaduras de G. nasalis excavan trayectos entre los dientes pudiendo provocar necrosis de las encías. También se han publicado algunos trabajos que tratan el aspecto zoonótico de la gasterofilosis, basado en la aparición de cuadros de oftalmo-miasis en personas, fenómeno descrito también en perros. Una vez demostrada la necesidad de desparasitar los caballos en silvopastoreo frente a nematodos ascáridos, estrongílidos, oxiúridos, y frente a gasterófilos, se consideraron diferentes posibilidades para su control, llegándose a la conclusión de que prácticamente sólo se podría actuar sobre los équidos. La ivermectina es la lactona macrocíclica más utilizada para la desparasitación del ganado. En caballos, aunque al principio se administraba una dosis de 0¿2 mg IVM kg p.v.-1 por vía intramuscular, actualmente sólo existen formulaciones orales. Con esta dosificación se ha demostrado una elevada eficacia frente a nematodos intestinales (ciatostómidos, grandes estróngilos, ascáridos, oxiúridos), así como contra parásitos pulmonares. Por todo ello, en el TERCER ENSAYO se evaluó la eficacia de ivermectina pour on en potros PRG infectados por nematodos parásitos. Se probaron 2 dosis de la lactona macrocíclica por vía tópica, la que se recomienda para el ganado vacuno (0¿5 mg kg p.v.-1, F-Nor0¿5) y 1 mg kg p.v.-1 (F-Nor1), y otra administrada oralmente a la dosis recomendad para ganado vacuno (0¿2 mg kg p.v.-1, F-Eq0¿2). Cada 4 días se tomaron muestras de heces y de sangre de 48 potros autóctonos (Pura Raza Galega y Pura Raza Asturcón) de 7 meses de edad y 100-120 kg de peso. Se trata de equinos que se mantienen en silvopastoreo, pero para el desarrollo del presente estudio se mantuvieron estabulados durante 20 días. La eficacia de los antiparasitarios se estimó mediante el cálculo de la reducción del número de huevos en heces (en inglés Faecal Egg Count Reduction Test, FECRT), y del porcentaje de equinos positivos a la coprología (Reducción de Caballos Positivos, RCP). El análisis se completó con la medición de diferentes parámetros séricos bioquímicos y enzimáticos. Antes de la desparasitación de los potros, se observaron huevos de Parascaris, estrongílidos y Oxyuris; los coprocultivos mostraron la presencia de larvas 3 de Cyathostomum y Gyalocephalus. En todos los grupos la eliminación de huevos de ascáridos cesó a los 4 días post-tratamiento. La administración de IVM por vía oral suprimió la eliminación de huevos de estrongílidos y oxiúridos a los 4 días post-tratamiento, mientras que esto ocurrió a los 8 días en los potros del F-Nor1. Se observaron huevos de estrongílidos durante todo el estudio en el grupo F-Nor0¿5. Los valores de nitrógeno ureico en sangre, creatinina, proteínas totales, albúmina, globulinas y lactato deshidrogenasa (LDH) disminuyeron de forma significativa después de la aplicación de IVM, aunque sólo se alcanzaron valores anormales para la LDH. Se estaleció una correlación significativamente positiva entre la eliminación de huevos de ciatostómidos y los valores de LDH, lo que lleva a concluir que la medición de las variaciones de este enzima podría servir como índice del daño provocado por ciatostómidos a nivel intestinal. El tiempo medio estimado en la desparasitación pour on resultó de 45 segundos para cada potro, por 5 minutos si se hacía oralmente. No se observaron efectos adversos (úlceras, alteraciones en la piel, depigmentación) tras el tratamiento por vía tópica. Los resultados obtenidos indican que con una aplicación pour on de 1 mg IVM kg p.v.-1 se consiguen resultados similares al tratamiento por vía oral con 0¿2 mg IVM kg p.v.-1, y constituye un procedimiento muy útil para el control de infecciones parasitarias por nematodos intestinales que afectan a caballos en silvopastoreo. Todos estos resultados conducen a la conclusión de que la formulación pour on de 1 mg IVM kg p.v.-1 resulta fácil y segura de administrar, por lo que se recomienda su empleo para el control de parásitos intestinales en caballos en extensivo o en casos en que no es posible su correcta inmovilización. Existe una opinión unánime de que los nematodos estrongílidos son los más frecuentes entre los equinos, por lo que han concitado la atención de gran parte de las investigaciones realizadas en estos animales. Para evaluar la eficacia de productos antiparasitarios, se ha intentado introducir criterios objetivos, como el cálculo de la reducción del número de huevos por gramo de heces (FECRT), estableciéndose que un porcentaje superior al 95% muestra que el parasiticida es eficaz. Desde hace algunas décadas se han reseñado situaciones de eficacia inferior a la esperada tras la administración de diferentes fármacos, llegándose a considerar casos de resistencia antihelmíntica si los valores de FECRT son inferiores al 95%. Ante la dificultad de llegar a este diagnóstico en base sólo a este parámetro, se ha intentado introducir otras medidas, como el periodo de reaparición de huevos en las heces. De este modo, se ha relacionado la reducción de este periodo con la aparición de resistencia antihelmíntica. En el CUARTO ESTUDIO se ideó comprobó la duración del efecto de un tratamiento con IVM vía tópica en caballos. Se emplearon 12 equinos PRG, que se dividieron en 2 grupos, G-1 (8 yeguas tratados con 1 mg IVM kg p.v.-1) y G-2 (4 yeguas que se mantuvieron sin tratar como testigos). Durante un periodo de 21 semanas se tomaron muestras de heces y sangre de forma individual. Las heces se procesaron con las técnicas copromicroscópicas de flotación, sedimentación y migración larvaria. También se monitorizaron los cambios en las series celulares sanguíneas. El tratamiento con IVM pour on suprimió la eliminación de huevos de ascáridos y oxiúridos durante todo el estudio. No se observaron huevos de estrongílidos entre las semanas 3 y 10 post-tratamiento, en coincidencia con investigaciones previas basadas en la desparasitación por vía oral. Los valores de la serie celular roja (eritrocitos, hemoglobina y volumen corpuscular medio) aumentaron de forma significativa en las yeguas tratadas, al tiempo que se observó una reducción significativa de las tasas de leucocitos. Estos resultados ponen de manifiesto las ventajas de la formulación tópica de la ivermectina para la desparasitación de caballos en silvopastoreo, fundamentalmente basadas en la facilidad de aplicación, atenuación del estrés para los equinos, y reducción del riesgo de lesión en el personal encargado del tratamiento. El efecto beneficioso de la quimioterapia queda demostrado por la recuperación de valores normales de eritrocitos, hemoglobina y volumen corpuscular medio; la disminución de los leucocitos refleja la eliminación de las formas parasitarias. Sería interesante añadir que la administración tópica del parasiticida se realiza en un periodo de tiempo pequeño, lo que también contribuye a disminuir el estrés no sólo individual, sino de todo el rebaño. Esto podría constituir un aspecto muy interesante en animales salvajes, dado que los grupos no resultarían alterados, y aumentarían sus posibilidades de supervivencia al ataque de animales depredadores.